Muchos niños y adolescentes no reciben educación especial por el temor de sus padres.
La docente Noemí Chambilla y la coordinadora Wilma Maquera en entrevista en Radio Uno.
Tienen la sonrisa más sincera que muchas personas y los mismos derechos que todos, pero no reciben el trato por igual. Ante ello, los niños y adolescentes con alguna discapacidad física o intelectual son la principal preocupación de los trabajadores del servicio de apoyo y asesoramiento a las necesidades educativas especiales (SAANEE).
Un reflejo de ello es que en Tacna solo 175 niños reciben atención especializada en educación inclusiva, todos ellos en el centro de educación básica especial Félix y Carolina de Repetti.
La coordinadora de dicho SAANEE, Wilma Maquera, indicó que atienden a los estudiantes de los niveles de inicial y primaria con discapacidad severa y multidiscapacidad.
“Hay más niños, pero los padres están todavía en su etapa de duelo, que no aceptan que sus hijos tienen la discapacidad y por lo tanto necesitan una atención profesional.”
Refirió que hay niños y adolescentes con discapacidad que son mantenidos por sus padres dentro de casa, sin recibir escolaridad ni terapias de lenguaje, terapia física o atenciones que necesiten.
Maquera enfatizó que el Gobierno dispone que cada aula de los colegios públicos y privados separen dos vacantes para estudiantes con alguna discapacidad. El SAANEE Félix Carolina de Repetti cuenta con 10 especialistas en discapacidad intelectual, auditiva y trastornos del espectro del autismo, una psicóloga y la coordinadora.
“Tratamos que las escuelas sean acogedoras para nuestros estudiantes, que no solo se garantice el ingreso, el acceso, sino también la permanencia y el éxito de la educación inclusiva.”
Agregó que Cáritas Alemania destinó fondos económicos para mejorar la educación inclusiva en 12 colegios de la provincia de Tacna, para capacitaciones, materiales, trabajo con familias y voluntariado.
