Para el congresista, desalinizar agua de mar no es la solución definitiva al problema minero. Indicó que el impacto que esto generaría debe ser evaluado.
Marco Arana, congresista de Frente Amplio.
El congresista de Frente Amplio dijo que es legitima la movilización realizada – el 1 de julio- por candaraveños en contra de Southern, pero pedir a la empresa que opte por desalinizar agua de mar, no es una acción definitiva al daño ambiental que esta provoca.
“Que se cancelen los permisos de extracción de agua y que Southern comience a desalinizar es una posible solución, pero hay que mirar también cuáles serán los impactos de esa solución”, comentó.
Agregó que “desalinizar el agua supone separar el agua de la sal, pero cuando se separe la sal en volúmenes tan grandes de agua a ¿dónde irá la sal? ¿la dejarán arriba?, ¿la van a regresar al mar? y si la regresan al mar ¿la regresarán a aguas profundas? ¿qué impacto tendrá una mayor salinización en la pesca? ¿Qué impacto tendrá la salinización en los ecosistemas marinos? ¿de qué magnitud serán los costos de operación? ¿eso se hará sobre la base de afectar las utilidades multimillonarias de Southern o se hará sobre la base de recortes de derechos de los trabajadores?”, cuestionó.
Para el congresista, no existe garantía alguna que pueda ofrecer la empresa minera sobre el cuidado del medio ambiente, incluso recalcó que la falta de compromiso de Southern alcanza a los mismos trabajadores de la empresa quienes tienen programado una protesta por incumplimientos.
