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Venezolanos soportan lluvia y frío frente a Consulado de Chile en Tacna

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Niños y adultos se cubren con plástico para soportar la llovizna. Permanecen en la calle Presbítero Andía.

(Foto: Radio Uno)

Centenares de venezolanos, entre niños y adultos pasaron la noche bajo lonas de plástico, soportando bajas temperaturas, intensa niebla y llovizna constante. Los extranjeros están a la espera que el Consulado General de Chile en Tacna les otorgue los permisos para ingresar a ese país. 

La mayoría de venezolanos afirman tener familiares que les esperan en Chile, con quienes buscan reunirse. 

Asimismo, indicaron que la mayoría no cuenta con pasaporte y que afirman no pueden conseguir debido a su alto costo en su país. Sin embargo, dicho documento es un requisito indispensable solicitado por Chile para otorgarles la visa democrática. 

Debido a la gran cantidad de personas que esperan ser atendidas en consulado, muchos se quedaron a la espera fuera del consulado. 

Las familias de la villa militar ubicada frente al consulado cedieron a los venezolanos ingresar a sus jardines para pernoctar. Allí los venezolanos ataron lonas de plástico a árboles para protegerse de la llovizna. En esas condiciones duermen niños y adultos. 

Muchos venezolanos indicaron que renunciaron a sus empleos en Lima con el objetivo de reencontrarse con sus familiares que están en Chile. Incluso se les acaba el dinero que ganaron trabajando, debido a los varios días de espera. 

Es el caso de una madre de familia, quien va junto a un grupo de otros 5 adultos y 6 niños, que durmieron a la intemperie. 

«Hace rato estamos resfriados. Yo sufro de asma y ayer no podía hablar. Tengo un cuadro anémico y sufro de mareos. Es mucho tiempo que estamos esperando, incluso en la frontera», dijo una madre venezolana, quien empezó su periplo el 11 de junio, cuando salió de Venezuela. 

Los plásticos los recibieron de un ciudadano chileno, quien el martes les donó estas lonas y carpas. 

«No me alcanza para atender a mis hijos, y no me alcanza para un pasaporte», agregó. Sostuvo que su esposo está en Calama, donde lleva 1 año y 2 meses. 

Asimismo, los venezolanos que permanecen en las afueras del consulado indicaron que no acuden a los albergues temporales debido a que están repletos.