Hoy 31 de julio, se recuerda un aniversario más de la gesta heroica de miles de combatientes peruanos, que en 1941, lograron arrojar del territorio patrio al invasor ecuatoriano. A pesar de ello, la base de concreto que alberga una placa conmemorativa del hecho, ubicada en la avenida Leguía para homenajear a los tacneños que entregaron su vida en ese entonces, se encuentra deslucida y maltratada, en completo abandono ante la impasible mirada de las autoridades civiles y militares de Tacna.
En vez de las ofrendas florales que suelen rodear a los monumentos el día su efemérides, la estructura está cubierta y rodeada por graffitis, basura y un olor nauseabundo que inunda el ambiente producto de la utilización de la zona como retrete público.
La placa metálica (ubicada frente al velatorio Alto de Lima) fue colocada al cumplirse el 50mo. Aniversario de la campaña militar, confeccionada por la asociación de excombatientes "Vencedores" filial Tacna.
En la maltratada placa aún se pueden distinguir los nombres de los miembros de la asociación, presidida en 1991 por Manuel Oviedo Galiano, junto a Ramón Chipana Gárate (vicepresidente), Alberto Bocardo Manzanares (secretario), Manuel Bocardo Manzanares (tesorero), Juan Ayala Espinoza (abanderado), Toribio y Alirio Mamani Rejas (escoltas), Juan Hume Flores (fiscal), Manuel Rivas Castellano (Delegado), Eduardo Santamaría Montealegre, Ciro Cornejo Zavala, Roberto Bolaños Chacón (vocales); y los socios: Carlos Ríos Suárez, Demetrio Ojeda Miranda, Alfredo Falcón Gordillo, Antonio Luque Ramos, Gilberto Espinoza, Juan Moncayo Ordónez, Andrés Betrán, Anselmo Valdez Bedregal y Orestes Ticona Aste.
Ellos al igual que sus compañeros, quienes jamás regresaron al seno de Tacna, también se merecen el mayor de los respetos por parte de los inescrupulosos que descargan su represión en actos vandálicos, y también por parte de las autoridades ediles y militares que deberían incluir esta fecha dentro de su agenda anual de actividades conmemorativas y protocolares.
Cabe mencionar que el monumento en honor a la juventud combatiente en la Guerra con Chile, levantado frente a la institución educativa "Niños Héroes" durante el primer gobierno de Alan García, en 1987, se encuentra en estado calamitoso, con la pintura descascarada y con las dos placas descalabradas por acción del constante palanqueo de los amigos de lo ajeno, sin que nadie haya hecho absolutamente nada para evitarlo.