Con las puertas cerradas pretendía burlar a las autoridades
(Foto: Radio Uno)
Continúan haciendo caso omiso a las disposiciones del Gobierno. Esta vez el gimnasio Arnold Gym, ubicado en la calle Cusco n. º 318, en el cercado de Moquegua, habría optado por funcionar a puertas cerradas y recibir a escondidas a sus clientes.
En razón al cumplimiento de las medidas sanitarias por el COVID-19, la noche de este último martes, agentes de la Policía se apersonaron al establecimiento, en donde oyeron música, sonido de pesas y visualizaron por la ventana la presencia de personas ejercitándose.
Para la intervención realizaron el llamado a la puerta, pero al no recibir ninguna respuesta, dispusieron efectuar el uso de la fuerza como lo estipula la norma. Sin embargo, en momentos que procedían, apareció la propietaria identificada como Eufracia Rosario Zevallos Zevallos (59) quien detuvo la acción.
Mientras la dueña reprendía y objetaba la labor de la policía, clientes del gimnasio habrian estado saliendo por la puerta posterior del local que daba con la calle Ilo, frente al parque San Martín. Los agentes al percatarse, acudieron al sitio, logrando intervenir a tres personas identificadas como Pamela Yoli Mamani Mamani, Vidal Chipana Pampa y Cristhian Alexander Silva Cama.
Uno de los intervenidos relató a la autoridad que el gimnasio atiende de lunes a viernes en horarios desde las 5 am hasta las 9 pm. Asimismo, señaló que otras personas que estaban entrenando alcanzaron a escapar luego de notar la presencia de la Policía.
En su defensa la propietaria del gimnasio quejó por el daño a la puerta de su negocio, y realizó una denuncia verbal en la comisaría Moquegua manifestando que las personas que vio la Policía al interior del local no eran clientes, sino obreros dedicados a las labores de construcción.
Cabe precisar que el rubro de centros de entrenamiento como los gimnasios, todavía no están autorizados, ya que el Gobierno aún trabaja en las medidas preventivas, para controlar la propagación del nuevo coronavirus.
