(Cortesía ANDINA).- El jefe del Gabinete, Yehude Simon Munaro, ratificó hoy que el Ejecutivo realizó un "esfuerzo supremo" para solucionar a través del diálogo la tensión con las comunidades amazónicas que impulsan un paro, pero que dicho objetivo no se cumplió debido a la intransigencia mostrada por el dirigente Alberto Pizango.
Durante su presentación ante la Comisión de Defensa del Congreso, junto a la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, Simon Munaro presentó los documentos que prueban que el Ejecutivo inició con la antelación suficiente las acciones orientadas a lograr un acercamiento con las comunidades nativas.
No obstante, dijo que esos esfuerzos quedaron truncos por la intransigencia del entonces presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) Alberto Pizango, quien rompió en varias oportunidades el diálogo.
Por ejemplo, mostró las actas de las reuniones en las que Pizango aceptaba las propuestas, aunque horas después cambiaba de opinión y rechazaba el acuerdo.
"Hubo maniobras, deseos de que no se solucionase el problema, de llevar a Perú al borde del precipicio. Existe gente que quiere que el país se manche de sangre, 52 días dialogando. ¿Quién pasea a quién?", indicó.
Asimismo, Simon subrayó que, ante la intransigencia de los nativos por llegar a acuerdos, el Gobierno tuvo que ordenar el desbloqueo de las carreteras, pero siempre respetando los derechos humanos.
"En el nombre de Dios les digo que actuamos respetando los derechos humanos, dialogando. Me siento culpable de la muerte de los policías, porque dijimos que no llevaran armas mortales, que debíamos hacer que esta gente se retirase", indicó en un pasaje de su exposición.
El jefe del Gabinete también cuestionó los pedidos formulados para que, junto a la ministra del Interior, renuncie a su cargo por los sucesos de Bagua.
"Qué fácil es decir que se vayan los ministros, pero, ¿quien movió esto? Hubo un complot con información verdaderamente distorsionada."
Distorsión
Tras indicar que el país está por encima de cualquier apetito político, Simon reiteró que las cifras oficiales de los fallecidos en Bagua, las mismas que han sido corroboradas por la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía de la Nación, son de 24 policías asesinados y nueve nativos muertos.
"Por lo tanto, son 33 las víctimas de la violencia", indicó tras precisar que en el exterior se distorsionan las cifras de los fallecidos.
"Tengo profunda preocupación por la forma como se comunica al mundo la muerte en la Amazonía. En Estados Unidos se informa que hay más de 50 muertos y se habla de una masacre de comunidades indígenas."
De igual manera, refirió que un diario inglés ha informado de 60 muertos de los cuales 40 serían campesinos y 23 efectivos policiales.
"No se presenta lo que ha pasado realmente en el país, sino un desprestigio que afecta no sólo al gobierno sino a Perú en su conjunto", precisó.