Tras cuernos palos. Sumado a las incontables pérdidas humanas y materiales causadas por el sismo de ayer, los pobladores de Ica, Chincha y Pisco ahora deben lidiar contra el nulo suministro de líquido elemento, lo cual los ha dejado a la merced de malos comerciantes que han llegado a elevar los precios del agua embotellada hasta en 150% de su valor real.
Las amas de casa se han visto obligadas a cocinar con agua mineral, producto que antes era expendido a S/.2.00 o S/.2.50 y que ahora cuesta S/.5.00 a causa de la especulación.
A esto se le adiciona la escasez de los productos de primera necesidad, y el corte de energía eléctrica (que regresará a su normalidad en 4 días), situación que ha convertido los cálidos paisajes iqueños en cuadros patéticos de gente durmiendo en las calles, abrigados con lo poco que pudieron salvar de sus viviendas.
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Es por ello que la población está solicitando a las instituciones gubernamentales y no gubernamentales alimentos básicos no perecibles y ropa. El apoyo no es suficiente porque el número de damnificados es muy elevado, cerca de 17 mil familias, habitantes en su mayoría de zonas rurales de Ica.
A pesar de que parece una titánica misión, el apoyo continúa llegando, y en los alrededores, las provincias que no sufrieron el azote del sismo con tal furia –Nazca y Palpa- están organizando campañas de donaciones para atender las necesidades de sus paisanos.
Mientras en el transcurso de la tarde, las brigadas de remoción de escombros continúan extirpando de entre los muros y techos caídos más y más muertos, engrosando las cifras mortuorias a más de medio millar.
