A raíz de las burlas de dos comediantes en redes sociales sobre personas sordas víctimas de agresiones sexuales, los intérpretes de lenguajes de señas peruanas dieron a conocer la situación de vulnerabilidad de este grupo de personas con habilidades diferentes, no solo en el ámbito social, sino también en el judicial y en otros servicios del Estado.
El reconocido intérprete de lenguas de señas peruanas, Moisés Piscoya, señaló que no existen en el Perú intérpretes acreditados, sino sólo empíricos. Esta situación, sumado a la falta de un ente de acreditación de este servicio en el país, representa un gran obstáculo para las personas sordas que afrontan procesos judiciales por agresión sexual.
Explicó que en 2010 fue aprobada la ley de los intérpretes de lenguas de señas peruanas y recién en 2017 fue aprobado su reglamento. Sin embargo, aún falta que el Ministerio de Educación, en coordinación con el Ministerio de Trabajo, apruebe el perfil de intérpretes para certificar a los empíricos y puedan ser reconocidos dentro del sistema público.
Señaló que en las investigaciones del Ministerio Público, las personas sordas víctimas de agresión sexual no son atendidas con intérpretes por parte de la Fiscalía. Por el contrario, se ven en la obligación de cubrir los costos de la contratación de uno particular. En ese sentido, los intérpretes empíricos buscan que el Conadis los considere en un registro de intérpretes con experiencia para certificar su trabajo.