El economista Miguel Santillana cuestionó a Southern Peru Cooper Corporation por mantener prácticas de los años 50 que le han valido ser una empresa rechazada por las comunidades en las que mantiene operaciones mineras.
Como es sabido, en Moquegua estalló un conflicto minero entre SPCC y la comunidad de Tumilaca – Pocata- Coscore- Tala toda vez que esta última acusa a la empresa de usurpar terreno ancestral para operaciones mineras hecho que generó diferencias entre ambas partes que al no tener solución derivó en el bloqueo de la válvula de agua que abastece a Cuajone y evitar el traslado de mineral por vía férrea.
Y al tratar de recuperar tales canales, trabajadores de seguridad -según denuncia- contratados por SPCC atacaron a los comuneros que mantenían vigilia en la laguna artificial Viña Blanca. Del hecho se desprende también vejaciones en agravio de comuneras. La mesa de diálogo que debió solucionar el tema quedó suspendida tras un habeas corpus interpuesto por SPCC durante las tratativas.
En tal sentido, Santillana dijo a Southern: «Cuando tú llegaste a esa zona en 1954 las comunidades valían nada ante los ojos del Estado peruano, entonces el 54 para el Estado peruano Tumilaca (Moquegua) no significaba nada. Ahora las cosas han cambiado, en ese nuevo escenario las comunidades tienen algo qué decir y algo qué reclamar y con justa razón«.
El especialista aclaró no estar en contra de la inversión minera, pero criticó que el Estado no haga cumplir a la empresa los pendientes demandados.
«El Estado peruano en este momento esta liderado por una organización criminal que no sabe dónde esta parado. El Estado tiene que ser el fiel de la balanza y hacer cumplir la ley a ambos lados. Yo tengo que decirle a esa empresa cumple tu sentencia judicial, tienes que negociar con las comunidades».
Para Santillana, «lo que pasa es que la empresa se ha aconchabado desde su experiencia de los 50» y siendo así «Southern se ha hecho odiar a pulso, Southern es una marca con yaya. Tu mencionas Southern y la mayoría en Tacna y Moquegua tiene una mala opinión de la empresa» por ello no dudó en expresar que «esa empresa tiene que cambiar, Southern ya tiene que dejarse de cojudeces».
«Si Southern quiere seguir creciendo como empresa en el Perú por los siguientes cien años porque no solo tiene operaciones en el sur del país; tiene los Chancas en Apurímac, Michiquillay en Cajamarca, y si quiere que esas poblaciones acepten su presencia sabiendo todo el pasado que tiene, tiene que cambiar de actitud» ya que incluso «mucho del problema de Tía María (en Arequipa) tiene que ver con la mala referencia del nombre Southern para el poblador común del Valle de Tambo porque al valle que sigue, el valle de Moquegua le jodieron la vida por 30 años, entonces tiene un mal pasado pues».
Durante los reclamos contra la empresa minera es denuncia común inacción de autoridades acusadas de venderse a la minera. Al respecto, Santilla advirtió que si se descubre lo mencionado «es sancionado en la bolsa de valores de Nueva York, ya no están para pendejadas a nivel nacional porque eso se sanciona en los mercados internacionales y es pasible de sanciones penales a nivel internacional».
