La decisión del gobierno de Pedro Castillo, de elevar la remuneración mínima vital a S/1025, generará mayor informalidad y precios más altos, según estimó el economista Tomás Laqui.
Laqui señaló que el Perú tiene una tasa del 30% de extrema pobreza. Es decir, que cerca de tres millones de peruanos no tienen la capacidad de atender la canasta básica y que, para recuperar los niveles económicos anteriores a la pandemia, el Perú debería crecer a un ritmo mayor del 16% anual.
Preciso que la principal razón de la crisis económica que atraviesa el país es el factor externo de la guerra entre Rusia y Ucrania, dos países importantes en la producción de trigo, además que Rusia es el tercer productor más grande de petróleo en el mundo.
Un tema interno que afecta en el encarecimiento de los productos es, según Tomás Laqui, la estacionalidad de los alimentos que producen los agricultores peruanos, como la papa.
Asimismo, reconoció algunas medidas adoptadas por el Gobierno, como la reducción temporal del impuesto selectivo al consumo aplicado en los combustibles.
Sin embargo, en el caso del aumento del sueldo mínimo, Laqui señaló que se trata de una medida populista que apenas tendrá un efecto positivo a muy corto plazo. En cambio, señaló que el Gobierno debería esforzarse en motivar una mayor inversión, frenar la inflación y generar más empleo formal.
“Lo que va a pasar con este aumento del salario mínimo es que va a haber mayor informalidad y quien va a perder más es el consumidor final, que se va a enfrentar a mayores precios, y el trabajador final, que va a perder estabilidad”, manifestó.