Julio Arbizu, ex procurador anticorrupción, destacó que el mandatario Pedro Castillo vive “un momento complicado (…) en la medida que el Fiscal de la Nación ha decidido tomar una medida distinta a la que había tomado su antecesora e incluir al presidente como investigado en una investigación preliminar”.
Sobre el presidente pesan sindicaciones de organización criminal, tráfico de influencias agravado y colusión agravada. Para Arbizu, no hay ilegalidad en que Fiscalía de la Nación proceda con la investigación pues la ampliación que incluye al docente chotano «se debe a un grado de sospecha mucho más intenso al de unos meses atrás cuando la antecesora del fiscal Pablo Sánchez decidió reservar la investigación hasta que Castillo culmine su mandato».
La diligencia fiscal puede ser considerada por sectores golpistas “como instrumento para ubicar causales de una vacancia”, comentó el exprocurador a la vez de referir que ello es responsabilidad de Castillo al mantener una estrategia de «mediocre sobrevivencia» con la designación de malos elementos en las carteras ministeriales y rodearse de personas que “lo llevan a tener declaraciones infelices como cuando habló de la hambruna”.
