En el marco de las actividades por los 93 años de retorno a la heredad nacional, el monseñor Marco Antonio Cortez Lara, obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua, estuvo a cargo de la paraliturgia en la Plaza de la Mujer donde hizo un claro llamado a la unidad.
«Debemos convencernos que un país dividido, polarizado y enfrentado no es capaz de asumir su auténtico protagonismo que la historia le exige», aseveró ante el presidente Pedro Castillo quien participa de la ceremonia junto a la primera dama y el gabinete ministerial.
«Escuchemos a quienes se sacrificaron por la patria y no sacrificaron la patria en beneficio de unos pocos», invocó.
En su participación, la autoridad eclesial cuestionó «¿Qué valor tiene la gesta del 28 de agosto? (…) la falta de unidad de los peruanos ocasiona la desconfianza y crece el desaliento ante una realidad que no queremos aceptar (…) dando la impresión que estamos retrocediendo».
Exhortó a que «renovemos, sin excepción, nuestro compromiso con el país (…) no debemos discriminar a nadie, nos falta aprender de nuestro pasado (…) no caigamos en el peligro de la desconfianza entre autoridades y ciudadanos».
«A Tacna se le dice la cuna de la peruanidad (…) escuchemos a quienes se sacrificaron por la patria y no sacrificaron la patria en beneficio de unos pocos» enfatizó.
«La presente celebración nos permite celebrar a la mujer de Tacna (…) el amor a la patria, las mujeres de Tacna, lo expresaron anteponiendo cualquier interés personal hasta convertirse en banderas vivas» señaló el prelado como parte del homenaje a la mujer tacneña durante el cautiverio de sufrió Tacna.