Los pacientes de los diferentes servicios médicos del hospital regional Hipólito Unanue experimentaron momentos desesperantes en el momento del sismo que los obligó a abandonar las camas y camillas de sus habitaciones.
Tras el remezón, los pacientes, entre ellos las madres gestantes que se encontraban en el segundo nivel del nosocomio, tuvieron que ser evacuadas al auditorio del hospital, mientras que otros que se encontraban en el área de Emergencia ganaron el patio del edificio.
El sismo provocó también algunas rajaduras en las paredes de la infraestructura y la rotura de varios vidrios que causó zozobra entre el personal y los pacientes del hospital regional.