Unos 350.000 militares y policías colombianos comenzaron hoy a ejecutar un plan especial de seguridad para los comicios presidenciales de mañana, con los que se pondrá fin a uno de los procesos electorales más pacíficos en la historia reciente de un país desangrado desde hace décadas por la violencia.
Las medidas serán aún más estrictas en el seis por ciento de los municipios a los que se califica de "riesgo extraordinario" y el cinco de los etiquetados como de "riesgo alto" por la presencia de grupos irregulares armados, en particular las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El ministro de Defensa, Gabriel Silva, calculó que un 99,5 por ciento del territorio nacional estará bajo resguardo. Aunque no se descartan acciones de parte de las FARC, las apuestas apuntan a que todo transcurrirá básicamente en paz.
Cerca de 30 millones de mayores de 18 años están habilitados para votar, aunque la abstención histórica bordea en Colombia el 50 por ciento y los expertos creen que no hay razones para pensar que esta vez sea menor. El voto es voluntario, si bien quienes lo ejercen reciben un certificado que les permite algunas ventajas mínimas en cuestiones burocráticas.
Los colombianos, que ya participaron hace tres semanas en una primera vuelta que eliminó a otros siete candidatos, tendrán que elegir mañana entre el ex ministro de Defensa, de Hacienda y de Comercio Juan Manuel Santos, un derechista que propone continuar la ruta del actual presidente, Álvaro Uribe, y el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus, quien representa al novísimo y ecléctico Partido Verde, de oposición moderada.
Todos los pronósticos apuntan a que Santos, un economista y administrador de 58 años, miembro de una familia de gran poderío económico y periodístico, sobrino nieto del ex presidente Eduardo Santos y primo hermano tanto por línea paterna como materna del actual vicepresidente, Francisco Santos, será el ganador.
Empero, Mockus, un filósofo y matemático hijo de lituanos, de 58 años y cuya trayectoria es básicamente académica, busca aún dar la sorpresa de última hora con sus propuestas basadas en el impulso a la educación y la vigencia de la ética.
Santos lleva como candidato a vicepresidente a Angelino Garzón, un ex líder sindical comunista de 60 años que tras décadas en la izquierda extrema dio un sorprendente giro a la derecha, mientras que a Mockus lo acompaña Sergio Fajardo, un matemático de 54 años que salió de la cátedra universitaria para alcanzar prestigio como exitoso alcalde de Medellín.
Las encuestas indican que, de no mediar sorpresas, el candidato oficialista podría pasar levemente de un 60 por ciento de los votos, mientras que su rival se quedaría en algo más de un 30 por ciento.
Para llegar a la segunda vuelta, Santos alcanzó un 46 por ciento de los votos en la primera, y Mockus un 25, con lo que dejaron en el camino entre otros al centroderechista Germán Vargas Lleras, al izquierdista Gustavo Petro, a la conservadora Noemí Sanín y al liberal Rafael Pardo.
La fuerza de Santos, que no es especialmente carismático, es explicada por los analistas en que se presenta como el heredero del popular Uribe, quien tiene más de 70 por ciento de aprobación gracias, en gran parte, a los duros golpes que le propinó a las FARC, muy odiadas por la gran mayoría de los colombianos.
El ganador de los comicios se posesionará el 7 de agosto y gobernará por cuatro años, con la opción de buscar una reelección inmediata.
Las 71.777 mesas instaladas en Colombia se abrirán a las 8:00 local (13:00 GMT) y se cerrarrán ocho horas después. Las 948 que están en el exterior se adecuarán a los horarios locales. Para votar es necesario estar inscrito de antemano en la respectiva mesa.
Por antecedentes previos, se descuenta que las tendencias se conocerán unos minutos después de cerradas las urnas y que los resultados oficiales totales se conocerán en la misma noche.
Desde hoy, están prohibidas las reuniones públicas y la propaganda electoral. Desde la noche del viernes, además, el país está bajo ley seca
Cortesía: Andina