La indiferencia del mandatario Alan García frente a la consulta vecinal que se lleva a cabo en los distritos de Ayabaca, Pacaipampa (Ayabaca) y Carmen de la Frontera (Huancabamba) no contribuye a fomentar un clima de calma, por el contrario da la imagen de un mandatario parcializado con una de las partes, expresó el analista político Eduardo Toche.
"Los peruanos hubiéramos esperado a un mandatario atento y sensible a la opinión de la población y en base a ello evaluar las medidas que adoptaría a partir de las decisiones que se determinen. Sus declaraciones dan la imagen de un mandatario parcializado con una de las partes comprometidas con el problema, esperamos que los gobernantes reflexionen y se comporten como todos esperamos, con la finalidad de llevar esto a términos de negociaciones", indicó
El reconocido analista precisó que si bien la consulta vecinal no tiene efectos vinculantes, no está en cuestión si el proceso es o no legal, por cuanto –dijo- es un mecanismo democrático incuestionable del que hacen uso estas comunidades para expresar una opinión sobre un "tema que le compete y afecta directamente".
Dada esta posición, Toche fue enfático al señalar que la función que le corresponde al gobierno peruano no es el de adoptar el rol cuestionador del proceso, sino estar atento a las opiniones de las poblaciones que pretenden hacer escuchar su voz. Aunque reconoció también que los gobernantes "tienen el derecho de gobernar para quienes le interesen o por quienes decidan".
Respecto a la consulta recientemente convocada por la Municipalidad Provincial de Piura, el analista detectó la existencia de un proceso que llama a la sospecha, considerando- dijo- que se debe tener en cuenta la expresión de las poblaciones directamente afectadas por el inicio de las actividades mineras en la zona, cuyo mecanismo ha sido severamente cuestionado por el Gobierno Central, frente a un reciente llamado a consulta popular no observado por el ejecutivo.
