El distrito Gregorio Albarracín fue escenario de un incendio de grandes proporciones ocurrido la tarde del 6 de enero en la asociación Construcción Civil. El fuego se expandió de tal manera que una humareda negra hacía presagiar la peor tragedia, afortunadamente el siniestro no acabó en muerte.
Si bien bomberos, policías y vecinos lograron controlar la situación. Quedó finalmente en evidencia que cuatro familias (dato brindado por el Gobierno Regional de Tacna, GRT) resultaron damnificadas siendo los más afectados Carlos Alberto Supo Yacolla, su esposa Yesica Mamani y sus dos niños de 3 y 7 años de edad. Ellos lo perdieron todo, quedándose solo con la ropa que llevaban puesta.
Debido a la magnitud del daño, la casa de la familia Supo Mamani fue demolida este sábado 7 por maquinaria pesada. A la zona ubicada a dos cuadras de la Dirección Regional de Salud, el GRT trasladó carpas, colchas, ollas, baldes, cubiertos y sabanas. Así también algunas canastas con víveres llevados el alcalde de la jurisdicción, Niel Zavala.
A Radio Uno, los agraviados relataron ser comerciantes, llegando a perder 90 mil soles en mercadería consistente en objetos de plástico, productos de limpieza y otros que eran vendidos aprovechando cada feria que se instalaba en la ciudad, entre estas las de ropa de segundo uso que rotan entre los distritos Alto de la Alianza, Gregorio Albarracín y centro poblado Leguía. Adicional al monto, aseguraron que la tragedia se llevó 10 mil soles que eran sus ahorros para pagar prestamos bancarios gestionados para comprar más productos.
Ellos piden no solo al gobernador Luis Torres y al alcalde Zavala, sino a empresas privadas como la ladrillera Maxx, puedan apoyarlos con la edificación de al menos dos ambientes a fin de resguardar a los pequeños del hogar que debido a la alta temperatura del verano, escapan de las carpas de plástico que se han convertido prácticamente en hornos.
Se requiere prendas de vestir, víveres no perecibles, insumos de cocina, agua, más tachos y demás ayuda que puede ser coordinada al 978 554 435.
Otros dos casos son el de Rosmery Perca Musaja y Yanet Peralta Quiroz, cuyas viviendas también fueron alcanzadas por el fuego perdiendo enseres que eran fuente de ingresos. La primera de ellas lloró por documentos personales calcinados que eran prueba de los estudios seguidos, además de la pérdida de su laptop que con mucho esfuerzo pudo adquirir así como una impresora, lavadora y demás pertenencias. Mientras que la segunda afectada lamentó la muerte de sus 98 pollos y 25 patos que eran su sustento.
