Mediante un comunicado, la minera de Glencore señaló que se vieron obligados a suspender temporalmente el transporte de concentrado y que, desde el 4 de enero, viene desarrollando sus actividades en condiciones muy complejas.

En ese sentido, Antapaccay precisó que, de continuar esta situación, se afectará las economías de la provincia de Espinar (Cusco) y del Perú. La empresa genera el 70% (canon y regalías) del presupuesto municipal de la provincia. Entrega hasta un 3% de sus utilidades anuales antes de impuestos para financiar proyectos de desarrollo sostenible, se conoció.

Ante ello, la compañía minera refirió que, si bien la empresa respeta el derecho a la protesta, debe condenar los actos violentos aparentemente ocasionados por infiltrados en la provincia.

Antapaccay fue víctima de violencia los días 12 y 13 de enero, a tal punto, que pusieron en riesgo la vida y salud de sus trabajadores; además, dejaron graves daños a las instalaciones, entre ellas la casa bomba que provee de agua a las comunidades de la zona y el incendio de cuatro vehículos propiedad de empresa comunales y locales de Espinar.