A 24 horas de la emisión del fallo de la Corte Suprema de Chile sobre la extradición del ex mandatario peruano Alberto Fujimori Fujimori, familiares de las víctimas de crímenes de lesa humanidad realizarán esta tarde una vigilia frente a la embajada del vecino país del sur, ubicada en la avenida Javier Prado Oeste, en Lima.
A esta convocatoria han respondido no sólo los deudos de la matanza de la Cantuta, también organismos no gubernamentales como APRODEH y Amnistía Internacional y redes juveniles, agrupados en la denominada "Coordinadora contra la Impunidad".
"Nosotros esperamos que sea una fecha que se respete, que sea una fecha definitiva, después de esta larga espera de dos años, en un proceso que se hizo cada vez más complejo y difícil, esperamos que la Corte Suprema emita una opinión favorable, para que se nos devuelva el derecho a la justicia que tenemos como familiares, de juzgar procesar y sancionar a todos ellos que tengan responsabilidad en la desaparición de nuestros familiares", exigió Gisella Ortiz, representante de los deudos.
Ortiz manifestó que los agrupados en la Coordinadora contra la Impunidad guardan la esperanza y la fe para que Fujimori sea extraditado, pero de no suceder la tan ansiada entrega del prófugo a la INTERPOL y de allí a la justicia peruana, tomarán acciones inmediatas.
"Si no fuese así tendríamos una acción publica de rechazo y de protesta, además estaríamos presentando denuncias penales en forma particular ante la justicia chilena para que en ese país se proceda a investigar y a juzgar a Fujimori por los crímenes cometidos durante su dictadura", anunció.
"Asimismo presentaríamos una denuncia ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos contra Chile como país, por el incumplimiento de la sentencia en el caso Cantuta, en la cual de una manera se obliga a los estados parte, a allanar la justicia para todas las víctimas y sus familiares", agregó.
La "Vigilia por la Extradición" tendrá lugar en horas de la tarde en el precitado lugar, con la participación de los familiares de nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta, quienes fueron secuestrados y asesinados en julio de 1992 por el comando paramilitar Colina.
