La celebración del miércoles de ceniza marca el inicio de la Cuaresma, la cuenta atrás de la Semana Santa. Es así que, una misa fue oficiada hoy por el obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua en la Catedral de la ciudad heroica. En la misma, monseñor Marco Antonio Cortez Lara elevó oración por los fallecidos del terremoto de Siria y Turquía.
Al término de la actividad religiosa, la autoridad eclesiástica aclaró que «la cuaresma no es una cuestión sentimental, la cuaresma no es una cuestión intimista, me pongo la ceniza en la frente y ya está, y ya estoy contento y tranquilo, no. La ceniza tiene que ir de frente al corazón para hacer duelo por mis pecados, por las faltas que he cometido, por la veces que he atropellado a las personas».
Entonces, dijo que la reflexión es un común denominador de qué estamos haciendo con le mundo, con nuestro país «¿es válida que la violencia nos traiga solución a los problemas? son cosas que a veces no se quieren hablar y no se quiere decir porque siempre se ve la cosa por la superficie».
«No podemos olvidar que Dios es poderoso y misericordioso, cuando uno se aleja de Dios trata a su hermano como su extraño, aún más como su enemigo«, destacó.
Siendo así, afirmó que no es menester olvidar que el Perú también fue migrante en la década de los 70, los 80, y no solamente de país a país sino de la zona alta a la costa o de la selva a la costa, «tenemos este bicho de rápidamente separar, discriminar. Tenemos que aprender y el señor nos vuelve a invitar a eso», recomendó.
