Han pasado ocho días desde que Carlos Ramírez Vilcapoma (26) fuera hallado sin vida en una celda de Challapalca, cárcel de máxima seguridad en el límite entre la provincia de Tarata y la región Puno.
El deceso ocurrió el lunes 20 de febrero, siendo informado que se suicidó ahorcándose con prendas de vestir que ató a unos barrotes, cerca del tópico. Tras su muerte, se conoció que cumplía condena por delito de homicidio luego que en 2011 fuera sindicado de causar la muerte de la madre de su amigo, esto ocurrido en Huancayo.
Y al no ser reclamado el cuerpo, se supo este martes 28 que el nombre hasta ahora conocido no era real, ostentando hasta tres identidades lo que impide ubicar a posibles familiares. El caso aún está en investigación.