Ha llamado la atención que Chile decidiera militarizar la frontera con Perú y Bolivia. Al respecto, Gerardo Espíndola, alcalde de la ciudad de Arica (frontera con Tacna), señaló que el Ejército no fue asignado para ponerse en guerra sino para hacer frente a la crisis migratoria que trae consigo organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas y delincuencia que aqueja a su país.
“Figuran hoy día otro tipo de enemigos, y estos otros enemigos son estas redes y estas mafias que ingresan a nuestro territorio y el Ejército puede ser un buen actor que apunte a esto, no es que vamos a estar en la frontera y ponernos en guerra con Perú, no nos interesa en absoluto, menos yo, yo tengo acá una mirada de integración latinoamericana, pero sí que esté el Ejército atacando a otro tipo de enemigos del país y esto enemigos son los cárteles y las mafias”, manifestó el burgomaestre.
Siendo así, saludó que haya sido atendido su pedido de asignar personal del Ejército a pasos fronterizos, dado que esto permitirá a más Carabineros retomar labor de lucha contra la delincuencia en la ciudad pues admitió que ese recurso fue desplazado por el Estado a zona fronteriza cuando “no es función de Arica custodiar la frontera” restando así presencia policial que luche contra la delincuencia que golpea la ciudad ariqueña.
El Municipio de Arica no tiene facultades para accionar sobre migrantes, más que ejecutar acciones preventivas como el retiro de campamentos que instalados en zonas residenciales estuvieron causando zozobra entre la población, siendo importante la presencia policial en las calles.
Destacó que esta crisis migratoria, en su mayoría derivada de la situación política en Venezuela, debería motivar coordinación entre países que son usados como corredores para la trata de personas, pero si bien, dijo que Chile mantiene buenas relaciones con Perú para trabajar las reconducciones, tal situación no ocurre con Bolivia al no existir una relación diplomática.
Siendo así, anunció que buscará mayores gestiones a la ya realizada con el apoyo militar, pues aseveró que esto no es suficiente para combatir a las mafias que vienen operando en Arica y el resto de ciudades en Chile.
