Su condena a la práctica ilegal de las interceptaciones telefónicas, expresó hoy la candidata de Fuerza Social a la alcaldía de Lima, Susana Villarán, quien pidió no perder la compostura y concentrarnos en lo que es central en esta campaña municipal.
"Nadie puede comprender como yo el malestar de la doctora (Lourdes) Flores. He soportado una campaña de mentiras y calumnias destinadas a crear el miedo en los electores", anotó.
En ese sentido, dijo que siempre condenará el "chuponeo telefónico" y toda las prácticas antidemocráticas que atenten contra la recuperación del estado de derecho y sus valores.
"Concentrémonos en lo que es central y no perdamos la compostura en estos momentos, reflexionemos con tranquilidad sobre nuestro futuro", anotó al indicar que su apuesta por Lima es una ciudad con oportunidades para todos.
Periferíco víal y vía expresa
En su intervención en el tema de transporte, planteó la construcción del periférico vial norte y la ampliación de la Vía Expresa hasta la Panamericana Sur, como complemento al reordenamiento del transporte público.
"Nuestra prioridades son el periférico vial norte, la prolongación de la avenida Prialé, la prolongación de la Vía Expresa hasta la Panamericana Sur y el viaducto indispensable sobre Próceres para llegar hasta Grau y abrir la puerta a San Juan de Lurigancho"
Propuso también la reducción de las rutas de transporte de 580 a 300, y dijo que su objetivo es reducir a la mitad el tiempo que los ciudadanos emplean en transportarse por la ciudad.
Asimismo, añadió que en su eventual gestión se dará continuidad a El Metropolitano y el Tren Eléctrico, pero advirtió que esos sistemas solo atienden al 6 por ciento de la población de Lima.
"Primero, el reordenamiento de transporte público de pasajeros en 4 años reduciendo de 580 a 300 rutas concesionadas a 60 empresas por 10 años, dejando atrás la inseguridad en el transporte", anotó.
Indicó que solo con la real conformación de empresas y con seguridad jurídica se logrará que se respete los derechos de los peatones y de los propios transportistas.
Cortesía: Andina