Este 29 de abril se cumple un año de la extraña desaparición de la joven madre Priscila Bravo (29), natural de Iquitos. Su hermana pidió a las autoridades no dejar el caso en el olvido, toda vez que – afirmó- existe un implicado que debe ser plenamente investigado.
«Hasta la fecha la Policía no nos da respuesta alguna respecto el caso porque no se está haciendo nada. El señor ni siquiera está arrestado, está libre andando tranquilo, mientras nosotros estamos preocupados acá porque es una lástima de que dos niños (11 y 2 años) estén desamparados porque no tienen a su madre a lado», expresó Sarife Bravo refiriéndose a la expareja de su hermana, Benjamín Batallanos Álvarez (54).
Sobre Batallanos, mencionó que ha recopilado «información (de que) este señor sí es el culpable» y que la PNP estaría al tanto, pese a ello no estarían accionando como es requerido.
Para Sarife, Fiscalía tampoco ha mostrado interés pues no tuvo a bien gestionar la ampliación de orden de impedimento de salida del país que fuera dictado contra el investigado, venciendo el 14 de diciembre de 2022, por lo que teme una posible fuga. Al respecto, el despacho fiscal a cargo le brindaría información recién la primera semana de mayo debido al feriado largo.
A la expareja se le señala como principal sospechoso al ser la última persona que estuvo junto a Priscila en Calana, en abril de 2022, alegando luego que ella salió de casa en busca de saldo para su celular no volviendo más.
Durante las investigaciones se conoció que la joven denunció violencia familiar, además que a su madre le habría confesado ser víctima de amenazas de muerte. Incluso dos propiedades de Batallanos en Calana fueron objeto de allanamiento y búsqueda con maquinaria pesada y canes entrenados en hallazgo de cuerpos, siendo encontrados cabellos y prendas enviados a Lima para peritaje. Fuera de Tacna también fueron enviados celulares, pero a la fecha no hay resultados.
La incertidumbre de no tener al menos una tumba donde llorar a Priscila ha golpeado la salud de su madre, aseguró. «Es un infierno vivir todos los días con la esperanza de poder encontrarla a ella, aunque sea muerta o viva«, expresó. Por lo que, incluso llegó a depositar expectativa en restos óseos hallados el 11 de abril en el cerro Intiorko, «pensaba que era ella, pero lástima que es otra persona», dijo.
Mencionar que, una movilización con destino al centro cívico fue programado este sábado para tener presente el caso.