Carlos Vildoso especialista en temas de gestión de riesgos y desastres no dudó en decir que del terremoto ocurrido en 2001 la población nada aprendió siendo claro ejemplo el incremento de viviendas en el cono norte de la ciudad que comprenden los distritos de Ciudad Nueva y Alto de la Alianza, lugares considerados de alto riesgo, siendo los más golpeados por el movimiento telúrico de 6.9° ocurrido a las 3:33 p. m. de aquel 23 de junio.
El terremoto de hace 22 años enlutó la zona sur del Perú dejando mayores pérdidas en Arequipa cuyas costas fueron el epicentro. No obstante en Tacna y Moquegua también hubo serios daños materiales, pese a ello y saberse que es esperado un movimiento de 8 grados en la región, no existe clara política de prevención que autoridades deberían encabezar.
«Tacna ha sido afectada por movimientos telúricos de gran magnitud, (…) y este que se espera según el mapa de acoplamiento físico del IGP, en caso de Tacna, vamos a tener un movimiento con características al de 1868 de 8.8° ocurrido un 13 de agosto».
Estos temas tienen que llamarlos la atención y más aún existiendo marco normativo e inclusive en política nacional de gestión de desastres que contempla presupuesto de un 20% del canon para invertir, «tenemos sectores críticos identificados en las faldas de cerro Intorko, ahí deben haber muros de contención porque ahí habrá deslizamientos», comentó.
«Mucho se enfocan a identificación en locales pero descuidan la preparación de la población, necesitamos conformar brigadas comunitarias de Defensa Civil, conociendo que existe un riesgo tenemos que prepararnos y ahí nos estamos descuidando bastante. Se ha politizado el tema de terrenos y se ha permitido que se posesiones en sitios críticos, no permitidos para construir viviendas», agregó.