Las autoridades cubanas han confirmado la muerte de los 68 ocupantes de un avión que se ha estrellado esta madrugada (hora española) en el centro de Cuba. Las víctimas son siete tripulantes y 61 pasajeros, entre ellos un español, Manuel González Asensio. El siniestro ha tenido lugar en las proximidades de la ciudad de Sancti Spíritus, en el centro de la isla. El aparato siniestrado pertenece a la compañía cubana Aerocaribean, vuelo 883, que cubría la ruta de Santiago de Cuba a La Habana y según las primeras investigaciones, la causa del accidente podría ser el mal tiempo provocado por el paso del huracán Tomás por la zona .
Además del español, entre los fallecidos hay nueve ciudadanos de la UE: dos alemanes, dos austriacos, un italiano, un frances, tres holandeses. También viajaban a bordo 40 cubanos, un japones, un venezolano, nueve argentinos y siete pasajeros de nacionalidad mexicana.
Varias ambulancias se trasladaron al lugar del siniestro poco después de que se conociera la noticia para iniciar las tareas de rescate y recuperación de los cadáveres. En una nota leída a través del Noticiero Nacional de Televisión, el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba ha informado que aproximadamente a las 17.00 del jueves (sobre las once de la noche, hora peninsular española) la aeronave, una ATR-72-212, que se fabrican en Italia y Francia, lanzó un aviso de emergencia y poco despúes perdió todo contacto con las torres de tráfico aéreo. El accidente ha tenido lugar en las proximidades de las comunidades rurales de Paredes y Guasimal, ubicadas a unos 15 kilómetros de la cabecera provincial espirituana y relativamente cercanas a la presa Zaza, el mayor embalse de Cuba.
El último accidente aéreo en Cuba remonta a marzo de 2002. Un avión Antonov-2 que viajaba entre Cienfuegos y Cayo Coco se estrelló matando a sus 16 tripulantes. Seis de ellos eran turistas canadienses, cuatro británicos y dos alemanes. El siniestro más grave de las últimas tres décadas ocurrió en septiembre de 1989, cuando un Il-62 con destino a Milán cayó en La Habana poco después de despegar y murieron sus 115 ocupantes, dos cubanos y 113 turistas italianos. Los restos del aparato cayeron sobre viviendas y mataron a otras 40 personas en tierra.
Cortesía: El País