El ex tecladista y baterista de Depeche Mode, Alan Wilder, cautivó a sus seguidores limeños con lo mejor de su repertorio plasmado en el proyecto Recoil y con algunos recuerdos a su antigua banda, en el concierto que ofreció en una discoteca local.
Wilder, acompañado de Paul Kendall y una pantalla donde podían observarse diversas imágenes que acompañaban cada uno de los temas, ofrecieron una muestra de lo que verdaderamente puede conocerse como música experimental en nuestro país.
El "buenas noches", ofrecidas en un correcto castellano tras el intro que dejó entrar a los dos protagonistas de la noche, fue el preludio de una presentación que tuvo mucho ritmo y sonidos arrancados de tres laptops y una caja de ritmos que era, prácticamente, vapuleada por Wilder.
Tras el saludo, la velada inició con Prey, en una versión que era perfectamente acompañada por imágenes de la pantalla gigante, seguido de Want y Shape the future, Drifting y Sub human, en aproximadamente media hora sin pausa, por la continuidad de las canciones.
Mientras en la pantalla aparecían los títulos de las canciones, como cuadros de una película muda, los asistentes al concierto, cerca de mil personas, aplaudían y seguían cada una de las versiones o temas interpretados por Wilder y compañía.
Tras aparecer el título de la canción Strange hours, se inició un set de canciones bailables, que continuó con Allelujah, Killing ground, para luego escuchar la voz de Wilder preguntando: "¿reconocen esta canción?".
Se trataba de los acordes de Never let me down, tema clásico de Depeche Mode, en una versión que aparece en su disco Music for the Masses, en su edición especial.
Tras este recuerdo a Depeche Mode, siguieron Uranokemia, Warm leatherette y Shunt, canciones que pertenecen a lo más reciente de su producción Selected, y que fueron seguidos por Speedy groove, Black box y Stalker.
En este momento, Wilder y Kendall se dieron un respiro, regresando con una versión de Faith healer, aquella canción donde canta el vocalista de Nitzer Ebb, Douglas McCarthy, en una versión que reproducía algunas partes de la original.
Continuaron con Jezebel, una canción que hizo recordar al mejor momento de Depeche Mode.
Seguidamente, llegó el momento cumbre de la noche: una versión de Personal Jesus donde incluso podía escucharse una grabación del propio coro del tema coreado por David Gahan, vocalista de Depeche Mode.
Tras ello y luego de más de una hora y 40 minutos, Alan Wilder se despidió, no sin antes estrechar su mano a quienes estuvieron en primera fila.
La gira Selected de Alan Wilder y Recoil, continuará en Colombia y Ecuador, para luego regresar a Europa y Estados Unidos, donde tiene programada una serie de presentaciones.
Cortesía: Andina