El Ejército boliviano se ha declarado "socialista, antiimperialista y anticapitalista", según proclamó su comandante, el general Antonio Cueto, en lo que se interpreta un giro de 180 grados en las directrices militares del país andino influenciadas por las potencias llamadas del "mundo libre" -sobre todo entre 1964 y 1982-, que alentaban la lucha contra la ideología comunista. La declaración de Cueto sorprendió, aparentemente, a sus camaradas de armas, cuya primera reacción ha sido más bien de rechazo a una posición considerada individual y político-partidaria, según fuentes de los círculos de militares retirados.
El Ejército celebró el domingo en todo el país el bicentenario de su creación, en realidad 15 años antes de la declaración de independencia de Bolivia, durante la batalla de Aroma en la que un ejército irregular de indios y mestizos derrotó a las fuerzas españolas. El desfile en el Colegio Militar de Ejército de La Paz estuvo presidido por un emocionado jefe de Estado, Evo Morales, que hizo su primera aparición pública apoyado en muletas, tras la operación de su rodilla izquierda.
El comandante del Ejército aseguró que la nueva Constitución propicia un Ejército "como una institución socialista y comunitaria; como tal, nos declaramos antiimperialistas porque en Bolivia no debe existir ningún poder externo que se imponga, queremos y debemos actuar con soberanía y dignidad". Cueto explicó que su posición "anticapitalista" se debe a que ese sistema está ocasionando la destrucción del medio ambiente, de la Madre Tierra, y convocó a todo el mundo a unir esfuerzos para salvar al planeta.
Es la primera vez que el Ejército se identifica con una ideología política, aun cuando en la casi veintena de años que los militares gobernaron el país en una sucesión de golpes de Estado, las tendencias políticas eran claras: anticomunistas en el contexto de la guerra fría y la hegemonía estadounidense, que apoyó técnica y financieramente a la institución.
Morales, cuyo retrato siendo conscripto en la Policía Militar fue ampliamente publicado por toda la prensa como saludo presidencial al Ejército, aseguró que esa fuerza militar nació "con una posición antiimperialista porque ha combatido el imperio europeo desde 1810". El presidente anunció en ese mismo acto que todos los altos cargos de las Fuerzas Armadas han sido ratificados para acompañar el proceso de cambio de su Gobierno.
El influyente historiador y militar retirado Fernando Sánchez Guzmán afirmó que se trata de "un absurdo el querer atribuir a una institución tan grande, con una misión tan compleja y tan importante, una misión encuadrada y limitada a un criterio político partidista, porque lo dicho por el general Cueto es eso: una opinión personal de una opción política propia que no puede comprometer a toda una institución".
Cortesía: El País