Tras ser instada por el exgerente general Saúl Quintanilla a que diga la verdad sobre el complot en la suspensión del gobernador Luis Torres, la gobernadora encargada Liliana Velasco se dejó ver en la ceremonia de la Virgen de Copacabana organizada por el municipio del distrito Alto de la Alianza. Y al ser abordada por los medios de prensa se mostró esquiva ante preguntas de coyuntura local.
Dijo que pidió a la venerada imagen por su madre, por la paz, amor y humildad en Tacna. Pero cambió se semblante al escuchar la palabra «política» expresando que era inoportuno hablar del tema, no obstante ante la insistencia sobre su ausencia a la citación fiscal por presunta irregular designación de funcionarios; dijo no haber acudido por ser ese día la misa por su madre, que por ello solicitó oportuna reprogramación y que «Fiscalía siempre va a tener las puertas abiertas».
Pero luego que le recordaron que Contraloría observó la nueva sede regional valorada en 100 millones de soles (por irregular construcción que convierte al lugar en un peligro) y que el viernes 4 dos personas quedaron atrapadas en el ascensor, Velasco se molestó.
«Usted cree que es oportuno que yo pueda hablar de ese tema en este momento, por favor pónganse en las manos del señor, pidan para que Dios los ilumine y sean oportunos para el momento de las entrevistas, estamos en una procesión», respondió sin anunciar día en el que brinde explicaciones sobre el peligroso recinto que a diario es visitado por numerosas personas y sobre otros cuestionamientos que pesan en su contra.
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