Para el congresista Juvenal Ordóñez Salazar, el problema de la minería en nuestro país no es solamente un asunto que tenga que ver con la contaminación, sino con exigir a las empresas mineras un trabajo digno para sus miembros, reconociéndosele sus derechos laborales y sindicales a fin de valorarlo no como instrumento que explota el mineral en bruto sino como ser humano que brinda un servicio y por ende requiere un trato y pago justo el mismo que debería estar enmarcado bajo la mirada atenta del Ministerio de Trabajo.
Dijo que ese es el caso de los trabajadores de la empresa Transnacional Southern Perú Cooper Corporation, quienes empujados por la inacción del gobierno y la prepotencia de la minera iniciaron desde hoy una contundente huelga general indefinida, la cual como un acto rutinario y atentatorio ha sido declarado ilegal por las Direcciones de Trabajo de las regiones de Moquegua y Tacna, aduciendo que les faltó entregar una carta de solicitud para emprender esta medida de protesta.
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“ Con esto lo que demuestran los funcionarios de la Dirección Regional de Trabajo que no son profesionales a carta cabal, que son gente que no tiene criterio propio, acostumbrada a darle la espalda a los trabajadores ya que sólo acatan las disposiciones que viene de la patronal de Lima o del gobierno central. Estas personas deben ser cambiadas porque jamás van a actuar rectamente como lo aconseja las normas legales establecidas, para que sean elementos dirimentes, intuitivos y con fallos razonables que les permita tener la confianza de la colectividad”, aseveró.
Viendo este panorama, Ordóñez Salazar precisó que a la empresa de capitales mexicanos le conviene un enfrentamiento de los trabajadores con el estado peruano, ya que el objetivo de esta lucha es arrancarle a la patronal un pliego de reclamos razonable; pero ello es tomado político por la Transnacional a fin de ir contra el gobierno y esto hace que el ejecutivo tome medidas radicales contra los trabajadores arremetiéndolos contra los efectivos policiales.
Manifestó además que el pliego de reclamos de los trabajadores no cuesta ni el 1% de las utilidades que Southern Perú ha recibido desde el año 2005-2006, ya que las utilidades de la empresa llega a 22mil millones de dólares “Nadie gana tanto en el Perú ya que de acuerdo a los últimos cálculos, esta empresa estaría ganando en cifras siderales alrededor de 49 mil millones de dólares”, refirió.
Pese a contar con este monto considerable , dicha empresa hace oídos sordos a las exigencias de los trabajadores mineros, pretendiendo convertirse en un Casapalca y una Shoughang donde los trabajadores laboran en condiciones infrahumanas y con sueldos de hambre; a sabiendas que la Southern Perú pretende instalar nuevas empresas mineras en el sector de Nueva María con régimen laboral de la misma naturaleza.