El noreste de Estados Unidos intenta volver a la normalidad después de que la intensa tormenta de nieve caída durante la noche del domingo paralizara ayer esta parte del país. Aunque los tres aeropuertos de Nueva York (el JFK, La Guardia y Newark), así como los de Boston y Filadelfia reabrieron entre ayer por la noche y la madrugada (hora española), las autoridades advierten que el retraso debido a los cerca de 7.000 vuelos cancelados tardará varios días en recuperarse.
Analistas citados por la BBC calculan que las consecuencias de la ventisca, que también ha interrumpido la circulación de trenes y coches, pueden costar a las aerolíneas cien millones de dólares (76 millones de euros).
La tormenta de nieve dejó, durante la noche del domingo, a la ciudad de Nueva York enterrada en más de medio metro de nieve y obligó, con vientos de hasta 120 kilómetros por hora, a cerrar durante casi 24 horas sus tres aeropuertos y diversas líneas de tren, dejando a miles de pasajeros en tierra. El temporal cubrió y paralizó buena parte de la costa noreste de EE UU, desde Pensilvania a Maine, y estropeó a numerosos viajeros el regreso a sus hogares tras el fin de semana de Navidad.
Nueva York amaneció ayer cubierto totalmente por un manto blanco, con numerosas calles sepultadas en nieve y el transporte público funcionando de forma errática. Un servicio de metro que llegó a la estación de Queens a la una de la madrugada estuvo parado durante más de seis horas. Los trenes a Long Island quedaron cancelados por la mañana, al igual que tramos del ferrocarril a Nueva Jersey. Amtrak, la red nacional de media y larga distancia, cerró la línea que une Manhattan y Maine, algo que ha afectado a unos 10.000 pasajeros. Decenas de miles de hogares se quedaron sin luz en la región, al derribar los fuertes vientos cables y postes eléctricos.
La región intenta recuperar poco a poco la actividad habitual en estas fechas. El primer paso ha sido la reapertura de los tres aeropuertos neoyorquinos. "Unos 4.500 vuelos no despegaron en los pasados dos días, y se tardará dos o tres días en atender a toda esa gente y en recuperar la sensación de normalidad", admitió Steve Coleman, un portavoz de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. Según informa en Twitter el gestor de la mayoría de los aeropuertos españoles, Aena, hoy se han cancelado ocho vuelos entre su red y EE UU.
El alcalde de Nueva York, Michael R. Bloomberg ha reconocido que todavía quedan muchas calles por limpiar tras la sexta mayor nevada que ha vivido la ciudad, que también ha de retomar la actividad comercial. También hay dudas sobre si Times Square estará lista para los tradicionales festejos de Nochevieja.
Sin embargo, Bloomberg ha negado que haya habido menor preparación que en otras ocasiones, y ha tratado de restar importancia a los efectos del temporal. "El mundo no ha llegado a su fin. La ciudad está funcionando bien. Los espectáculos de Broadway estaban llenos anoche. Hay muchos turistas aquí divirtiéndose. Creo que el mensaje es que la ciudad sigue adelante", ha dicho en una conferencia de prensa, según The New York Times.
La tormenta siguió ayer su curso hacia el norte, afectando sobre todo a la zona de Nueva Inglaterra. El domingo, las autoridades federales habían emitido alertas a los habitantes del eje noreste, desde Washington al norte de la costa atlántica, en la frontera con Canadá. Finalmente, de los grandes centros de población, solo la capital federal se salvó de la nevada.
Las malas condiciones de las carreteras han causado varios accidentes, con al menos cinco muertos en autopistas. Diversos Estados pidieron a sus habitantes que evitaran la carretera. Tanto Virginia como Maryland, Nueva Jersey, Massachusetts y Maine declararon el estado de alerta. Dos autobuses con unos 50 pasajeros quedaron atrapados por la nieve en Nueva Jersey. Numerosas oficinas cerraron por el temporal, incluidas las de la sede de la ONU en Nueva York, que canceló varios actos.
Cortesía: El País