En la prolongación de la avenida Tarata, falleció un hombre en circunstancias extrañas. Se hallaba sentado en una de las bancas de la zona, “y de la nada recibió una llamada, estaba pensando, estaba bromeando con la señora que vende gelatina y de repente se cayó“, dijo una testigo a Radio Uno al mismo tiempo de advertir que dos policías de patrullaje por el lugar demoraron el oportuno auxilio que pudo salvarle la vida.
Y ante el reclamo de que comuniquen a la ambulancia, uno de los agentes respondió “señora llame pues al 105 ¿no puedes llamar al 105? ¿no tienes teléfono? (…) no quiso hacerlo, de ahí se acercó renegando. De ahí le dije levántalo por favor porque sangraba por la nariz, por la boca, por el oído. El señor ya estaba sufriendo para respirar, entre varias personas lo hemos sentado seguía respirando el señor, y ahí la señorita (la segunda policía) no sabia qué hacer empezó a llamar a su mayor y no sé que tanta tontera y no le prestaba primeros auxilios”, relató la ciudadana.
“Vino la ambulancia después de media hora, el señor respirada lento pero respiraba, pero el personal (..) le tomó el pulso, no bajó las máquinas”, agregó sobre los paramédicos que arribaron a la zona, al mismo tiempo de reiterar que momentos antes los policías se mostraron en todo momento prepotentes e incluso ante el reclamo de que brinden la reanimación cardiopulmonar (RCP), llegaron a responder “a ver señores si ustedes saben hacer háganlo ustedes”, refirió.
El fallecido fue identificado como Alipio Valeriano (78) cuyos familiares llegaron a la zona enterados de lo ocurrido. Y con presencia luego del fiscal Marco Antonio Mayta Larico, lo trasladaron a la morgue para diligencias por posible paro cardíaco, según adelantó el médico legista Daniel Cueto Ramírez.
“Los familiares aducen que tenía enfermedades ya de fondo, pero todo eso queda en la investigación (…) parece que fue un infarto agudo de miocardio, pero todo eso con las diligencias de protocolo de necropsia vamos a deslindar”, mencionó a la vez de informar que el occiso también presentaba una lesión en la cabeza propio del desmayo sufrido. Y, en su poder fueron encontradas pastillas “tabletas de sildenafilo de 100 miligramos, libretas, su DNI, algún dinero en efectivo, y había un paquetito que contenía hojas de coca y un material que parece cal”.
