Luego de una audiencia preliminar de seis días, el juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Michael Pastor, ordenó que Conrad Murray, médico del fallecido cantante Michael Jackson, sea acusado por la muerte del "Rey del pop".
La acusación indica que el médico Conrad Murray de 57 años, es autor de homicidio involuntario, al suministrar una excesiva dosis del poderoso anestésico propofol en combinación con otros sedantes, y no haberle dado una adecuada atención médica.
También el magistrado Pastor respaldó la solicitud del Consejo Médico de California para suspender la licencia profesional de Conrad Murray, en el estado californiano, y que la decisión sea notificada en 24 horas a todos los distritos donde ejerce su trabajo médico.
Christopher Rogers, jefe de medicina de la oficina forense del condado de Los Angeles, quien realizó la autopsia de Michael Jackson, señaló que calificaría la muerte de Michael Jackson como homicidio por el suministro de propofol.
Durante las audiencias, Conrad Murray se declaró inocente, y sus abogados señalan que él no suministró nada que causara la muerte del artista.
Sin embargo, Rogers señaló que el propofol "no debió siquiera estar presente en la habitación, pues sólo debe administrarse en ambientes hospitalarios".
Michael Jackson falleció en junio del 2009 víctima de un paro cardíaco que habría sido desencadenado por el abuso de medicamentos, entre ellos el propofol.
La acusación fiscal señala que Murray demoró en brindar atención médica a Jackson y que incluso, cuando el artista tuvo el infarto, perdió valioso tiempo en ocultar posibles pruebas en su contra antes de llamar a urgencias.
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