En el Monahan Stadium de Indonesia, la selección alemana de fútbol venció 3-2 por penales a Francia, tras empatar 2-2 en tiempo reglamentario, para convertirse por primera vez en su historia en campeón del Mundial Sub-17.
En el primer tiempo, a los 27 minutos, el VAR cobró un penal a favor de los germanos tras una fuerte entrada contra Cae Bilal Yalcinyaka, el disparo desde los 12 pasos fue convertido por París Brunner para colocar el 1-0. Con la ventaja mínima para Alemania, se irían al descanso.
En la segunda mitad, Noach Darvick marcaría desde corta distancia para aumentar la ventaja de 2-0 para el equipo germano a los 51 minutos del partido. Rápidamente, a los 53 minutos, Simon Bouabre conectaba un disparo potente para colocar el 2-1 y hacer soñar con el empate a los franceses.
Winner Osawe se fue expulsado a los 69 minutos tras recibir la segunda tarjeta amarilla en el partido, de esta manera los alemanes se quedaban con 10 hombres.
A los 85 minutos con el partido casi resuelto, Mathis Amougou definía con facilidad un pase de su compañero Fode Sylla para poner el 2-2 y forzar la tanda de penales.
En el lanzamiento de los 11 metros, los alemanes fallaron dos penales, pero los errores de Sangui, Meupiyou y Gomis permitieron que la pequeña mannschaft levante el trofeo de campeón.