
Los primero que pudieron constatar fue que las puertas de la oficina del consorcio se encontraban completamente cerradas, mientras que la maquinaria fue sacada del lugar – según precisan los vecinos- cerca de la medianoche del jueves.
Asimismo se dirigieron al almacén, al que ingresaron con autorización del abogado y representante del consorcio, Juan Pablo Kuong. Allí procedieron con el inventario de las tuberías de agua y desagüe, bolsas de cemento y otros artículos de construcción.
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Por su parte los residentes de Boca del Río exigieron a las autoridades presentes, el pronto cierre de las zanjas, que tienen una profundidad de más de metro y medio
“Somos vecinos de la calle “los lenguados” nos han dejado llenos de zanjas de metro y medio. Si hay una emergencia no podemos salir de las casas, los carros no pueden entrar a las cocheras, los niños no pueden salir a jugar y todo esta lleno de tierra (…) Estamos reclamando que cierren esas zanjas, para que podamos terminar de pasar el verano”.
“Imagínese estamos en una zona sísmica, si hay un temblor, como evacuamos las casas ¿de frente a las zanjas?”. Protestaron.