Cansados del ruido infernal que les impide dormir cada noche, así como la concentración de personas de mal vivir, los pobladores que residen en la asociación Gregorio Albarracín Lanchipa ubicada a escasos metros de los denominados locales "Chicha" levantaron su voz de protesta para exigir la erradicación de estos recintos que estarían funcionando gracias a los permisos especiales emitidos por el municipio provincial de Tacna.
Se trata del Complejo Emilios y el Restaurante La Glorieta, en el que cada fin de semana se realizan conciertos de música folklorica y eventos sociales que siempre terminan en medio del caos y el desorden.
“Yo llegaba a mi domicilio y en la puerta de mi casa esas personas me asaltan, ni siquiera puedo tener seguridad en mi barrio (…) esto se ha convertido en tierra de nadie” indicaron.
En otros casos, la situación puede tornarse más peligrosa para los niños y mujeres que residen en el lugar.
“A las 5 de la mañana me levanto porque hacia mucha bulla y salgo y veo como 5 jóvenes agarran a una chica para violarla y la arrojaron contra mi puerta. En mi desesperación me subo al techo y les hecho agua, pero no hacen caso y siguen. Después de un rato recién llegó la policía”. Puntualizaron.
El inicio de clases, y los últimos hechos delictivos ocurridos en la asociación, obligaron a los pobladores a salir a las calles y advertir a la comuna que de no obtener una solución a sus reclamos tomaran medidas radicales.
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AVENIDA VARELA
“Hemos presentado memoriales a la municipalidad, pero no tenemos solución. En la mañana hay personas durmiendo en la calle, no se como pueden autorizar que haya licorerías y al costado tienen su bar. En la noche solo podemos salir hasta las 7 por que después ya no se puede”. Protestaron los residentes en comunicación telefónica con Radio Uno.
