El seísmo tuvo lugar a las 14.46 hora local (5.46 GMT, 6.46 en España) y su epicentro se localizó en el Océano Pacífico, a 130 kilómetros de la península de Ojika y una profundidad de diez kilómetros [mira aquí su ubicación en Google Maps], en la misma zona donde hace dos días ocurrió otro terremoto de 7,3 grados que no causó daños.
La Agencia Meteorológica de Japón había emitido una alerta de riesgo alto de tsunami con olas de hasta diez metros en Miyagi y de hasta tres metros en Iwate, donde se ha instado a los habitantes que se encuentren cerca de la costa que se adentren en el interior a terrenos elevados. La misma recomendación se había hecho en las provincias de Fukushima, Ibaraki y Aomori, además de la costa de la provincia de Chiba, colindante con Tokio.
En la capital nipona el terremoto, una décima más fuerte que el que afectó a Chile en 2010, disparó las alarmas de los edificios e hizo que la gente saliera asustada a las calles, al tiempo que dejó bloqueadas las líneas de los teléfonos móviles. El aeropuerto de Narita, el principal del país, está cerrado. También se encuentran paralizados los servicios del "Shinkansen", el tren bala japonés, en todo el país, según la compañía ferroviaria JR East.
Numerosos seísmos
Japón, situado en el llamado anillo de fuego del Pacífico, sufre frecuentes terremotos, que raramente causan víctimas debido a las estrictas normas de construcción vigentes en el país.
Tras el terremoto de hace dos días, la Agencia Meteorológica nipona había advertido de que durante una semana podrían producirse réplicas, aunque había estimado la intensidad en 4 en la escala japonesa.
Cortesía: ABC