El monarca nombró sin éxito a distintos mediadores para tratar de acercar posturas entre los siete partidos políticos (flamencos y valones) implicados en las negociaciones para una profunda reforma de Estado, requisito previo para la formación de un nuevo Ejecutivo.
Ahora el debate se centra en si las negociaciones deben seguir adelante dejando de lado a la N-VA, formación a la que muchos señalan como responsable de frenar al resto de partidos flamencos en las conversaciones para un compromiso.
Entre tanto, Bélgica ejerció la presidencia de la Unión Europea durante el segundo semestre de 2010, ha visto peligrar su imagen en los mercados y su Gobierno en funciones ha podido aprobar un presupuesto con una reducción del déficit mayor que la exigida por Europa y contribuir a la misión internacional en Libia.
Los jóvenes han convertido las patatas fritas típicamente belgas en el símbolo de su hartazgo por la incapacidad de la clase política para poner fin al bloqueo político y han llevado a cabo varias protestas para exigir una solución, la más importante con cerca de 30 mil personas manifestándose en Bruselas.
También han protagonizado otras iniciativas pintorescas como una acampada virtual frente a la sede del Gobierno para exigir la devolución de los impuestos si continúa el impasse o llamar a la población a dejarse crecer la barba hasta que se forme nuevo Ejecutivo.
Cortesía: Andina