En la primera jornada del juicio que se desarrolla en paralelo al de “Los Gallegos” con 38 acusados, el inspector de la PDI, Bryant Castro Salinas reveló antecedentes inéditos del modus operandi del “Tren del Coro”. El oficial puso énfasis en que el objetivo central del grupo era “lograr el control territorial” respecto “Los Gallegos, convirtiéndose en un poderoso adversario, pese a tener menos integrantes y áreas de negocio más acotadas como el tráfico de marihuana, ketamina y cocaína y los robos utilizando gran cantidad de armamento.
Los instrumentos para consolidar su imagen como rival poderosos, según la investigación del Ministerio Público, fueron el uso de un Instagram administrado por el colombiano y cabecilla de la banda, Germán Padilla Díaz. Ante los magistrados, el policía exhibió una seguidilla de fotografías publicadas en la red social bajo el nombre de usuario “johanlopez891”.
La organización hacía ostentación de su armamento y de su determinación para actuar en cualquier momento, como una señal para “amenazar a través de redes sociales también a bandas criminales chilenas con las que tenían roces. Mediante redes sociales exhibían la droga que vendían, el armamento de fuego que portaban y también mostraban la forma en que elaboraban la droga. Ellos más que a vender este estupefaciente, se dedicaban más bien a cocinar y mostraban la preparación que realizaban, para darle un sello distintivo”.
SEGUNDA BANDA
A diferencia de “Los Gallegos”, el “Tren del Coro” estableció su centro de operaciones en la plaza Diego Portales para la venta de drogas, frente a los terminales internacional y el rodoviario nacional, en el acceso a la población Juan Noé. El sector es uno de los barrios tradicionales de la ciudad, con alta presencia de residenciales formales e informales que acogen a migrantes que llegan a ambos terrapuertos.
El policía Bryant Castro relató que lograron identificar esta segunda banda, luego que el 2022 se conformara un equipo especial investigativo “dedicado a ver la totalidad del Tren de Aragua, tanto en la ciudad como en Cerro Chuño. Dado esto, comenzamos a formar distintas líneas investigativas. De acuerdo a estas líneas teníamos a “Los Gallegos” que estaban instalados en Cerro Chuño y parte de la ciudad de Arica. Sin embargo, el 29 de noviembre de 2022 por diversas informaciones que obtuvimos, logramos determinar que existía una segunda banda que se hacía llamar Tren del Coro”.
Según indicó, los integrantes del “Tren del Coro”, se caracterizaban por el porte de armamento para amedrentar. “Ellos tenían contacto con la organización “Los Gallegos” que estaba apostada en Cerro Chuño. De acuerdo a información residual y de agentes encubiertos, se pudo desprender que tenían una rivalidad tanto por el territorio como por el tráfico de drogas, especialmente en los puntos exclusivos que tenían para postarse”.