Los guardacostas lograron rescatar con vida a 570 refugiados de los 800 que viajaban en la nave. Los servicios de salvamento dieron prioridad a mujeres y niños, pero muchos refugiados saltaron precipitadamente del barco en un intento de llegar a nado hasta las embarcaciones que intentaban socorrerles. Muchos de ellos no lo consiguieron.
Un primer grupo de 193 supervivientes fue transportado al puerto de Sfax y evacuado posteriormente al campo de refugiados de Chucha, junto al puesto fronterizo con Libia de Ras el Jedir, mientras que se preveía hacer lo mismo con otras 385 personas rescatadas. La embarcación, según TAP, transportaba a personas huidas de la violencia en Libia, en su gran mayoría subsaharianos, pero también asiáticos, libios y paquistaníes. Tres de los siete náufragos que fueron hospitalizados han muerto. Un centenar de los supervivientes eran mujeres y niños. Desde enero pasado han llegado a Europa desde Libia unas 19.000 personas (18.500 a Italia y 1.400 a Malta) huyendo del conflicto entre las fuerzas del régimen de Gadafi y los rebeldes. Cerca de 25.000 tunecinos han desembarcado en Lampedusa.
El Gobierno italiano evacua a los refugiados de Libia desde Lampedusa hacia el continente para iniciar los trámites del derecho de asilo. Desde el 5 de abril, los emigrantes tunecinos son devueltos a su país al mes de haber pisado suelo italiano en virtud de un acuerdo bilateral. En 24 horas, una veintena de tunecinos han sido hospitalizados tras ingerir cuchillas de afeitar y trozos de vidrio para protestar por su inminente repatriación.
Cortesía: El País