En entrevista con Radio Uno, dijo que la presencia ilegal de Newmont está llegando a límites insospechados “provocando” a las autoridades y dirigentes quienes han intentado, de todas las formas legales, persuadirlos a que retiren la oficina de información instalada en la casa del profesor Artidoro Condori Hinojosa (ex director de la UGEL Tarata) puesto que no cuenta con una licencia de la comuna.
“¿Qué más quiere la empresa? Nosotros tenemos conocimiento que están manipulando gente para dividir (…) y poder fácilmente ingresar a la comunidad de Ticaco,” cuestionó.
“Nos denuncian a todos los dirigentes de Ticaco y yo a estos señores jamás los he amenazado (…) Como alcalde exijo el respeto a las autoridades, a la ley de municipalidades, a la ley de comunidades campesinas y el respeto a la nueva ley de aguas. ¿Quién tiene que hacer eso? Simplemente la empresa Newmont”, enfatizó.
Finalmente aseveró que estas acciones ponen en riesgo la unidad de los comuneros de la zona andina, ocasionando un conflicto social más en el país.
“El pueblo de Ticaco esta en peligro de caer en un enfrentamiento a provocación de la empresa minera.”
DATO. El grave daño que la compañía minera Newmont ocasionó en el Perú en el 2002 cuando accidentalmente derramó cerca de 150 kilos de mercurio en la localidad cajamarquina de Choropampa, como parte de sus actividades en la mina Yanacocha, mantiene en alerta a los pobladores del distrito de Ticaco, donde la empresa tiene una concesión sobre el cerro Salla.
El perjuicio que Newmont provocó en Cajamarca fue “reparado” con una indemnización de 3 millones de dólares a la municipalidad de Cajamarca, luego de un largo litigio que llegó a los Estados Unidos.