Una grave denuncia fue hecha por el abogado Efraín Zea Pinazo al afirmar que su defendido, el soldado Víctor Hugo Condori Mamani (20) sufrió la amputación de un testículo luego de ser víctima de tortura en el cuartel Gregorio Albarracín, de Tacna.
«Ha sido objeto de agresiones y torturas muy violentas en el cuartel, al extremo que lo obligaban a cargar un peso de 30 kilos, una mochila. Y esto todo el día ni siquiera para almorzar tenía que quitárselo», dijo a la vez de indicar que esto fue parte de un castigo impuesto por superiores del joven.
Para el abogado el caso evidencia una grave omisión de auxilio dado que al solicitar oportuna asistencia, su cliente recibió como respuesta «ya pe cholo aguanta, tú eres hombre».
«Cuando ya estuvo grave, tuvo que llamar a su familia para que vayan a socorrerlo porque ellos no fueron capaces de agarrar un carro no sé y trasladarlo inmediato al establecimiento médico», detalló al mismo tiempo de precisar que al llegar al policlínico no había implementos ni médico por ello los parientes lo trasladaron al nosocomio regional.
Efraín decidió prestar servicio al Ejército en setiembre de 2023 con miras a obtener un certificado que le ayude a postular a la Policía Nacional del Perú, pero ahora sus aspiraciones quedaron truncas y es víctima de hostigamiento de militares que buscan su retorno al cuartel para tomar represalias por la denuncia hecha pública, refirió el abogado.
Es más, el letrado reveló que conoció conoció al agraviado cuando ambos estuvieron internados en el Hospital Hipólito Unanue en donde pudo ser testigo de cómo personal del Ejército lo acosaba constantemente.
Y pese a lo ocurrido el cuartel busca el retorno del agraviado. Por ello han solicitado la baja inmediata y han procedido con la formalización del caso ante fiscalía.
Mencionar, que no es la primera vez que hechos de esta naturaleza ocurren en Tacna. El 21 de agosto de 2023, Roger Adrián Arcata Rejas (19) sufrió la amputación del brazo derecho tras quemaduras de tercer grado por una fuerte descarga eléctrica en instalaciones del cuartel Tarapacá, cuando por orden de su superior realizaba labores de limpieza con una escoba de mango metálico en zona de alto voltaje. La familia se hizo cargo de buscar una prótesis y denunció negligencia del Ejército.
Otros casos que causaron conmoción, fueron las muertes de dos jóvenes en instalaciones militares. El 3 de noviembre de 2023, Carlos Anasco Ramos (21) yacía muerto de un disparo en el cráneo al interior del cuartel Tarapacá. Y, el 25 de marzo de 2023, José Joaquín Huzcata Fernández (20), natural de Lima yacía muerto de un disparo en el pecho momentos en que hacia guardia en el mismo cuartel.
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