En busca de ayuda acudió a Radio Uno la esposa de Juan Carlos Arias Valeriano, trabajador del área de mantenimiento de la Municipalidad Distrital de Sama Las Yaras, que hoy se encuentra postrado en cama tras despistar la camioneta edil en la cual junto a otros cuatro trabajadores de esta comuna se dirigían el 11 de setiembre del presente a realizar labores en Vila Vila para inauguración de obra que debía realizar el alcalde Richard Calizaya al día siguiente.
Según, Silvia Layme; si bien al inicio el municipio estuvo viendo por Juan Carlos; ahora lo han abandonado a su suerte tras ser dado de alta del Hospital Hipólito Unanue. Esto ha motivado que prácticamente tenga que mendigar por la ayuda prometida en alcaldía sin obtener respuesta e incluso el burgomaestre ya no le contesta el celular.
«Hasta cierta parte se me ha dado algo, pero esa plata se ha acabado y no ha alcanzado nada; prestando, prestando yo estaba siguiendo y lo compré medicamentos. He ido al municipio a pedir; señor alcalde, señor gerente, préstame para los medicamentos, para sus pañales y me decía sí sí vamos a tratar no es fácil de sacar la plata, pero cada vez que iba así noma me decía, y hasta ahora nada», afirmó la desesperada madre de familia.
Aseguró que el consejo distrital aprobó que el trabajador continúe percibiendo ayuda económica correspondiente a su sueldo, pero llegado el momento le comentaron en el municipio que ella debía asumir las labores de su esposo, algo que no puede realizar por ser ahora la enfermera de Juan Carlos que yace en cama con medio cuerpo paralizado y sin poder hablar. A estas labores se suma su rol de madre de tres hijos, dos de ellos niños que no pueden estar solos.
«Yo soy su enfermera, soy su todo, tengo que estar cambiando su pañal, tengo que dar su comida, tengo que mantener a mis hijos menores, de acá para acá tengo que estar correteando», dijo entre lágrimas.
Para la compra de medicamentos, pañales y otros adquirió una deuda de 7 mil soles que busca cancelar con el dinero prometido por alcaldía, pero al ser solicitado la autoridad y el gerente general Miguel Canqui «se han callado».
Aunada a esta desgracia, se sumó la pérdida de su hogar. Fue desalojada del predio que ocupaba en el sector de Tomasiri, mientras se hallaba cuidando a su esposo en el nosocomio regional. Aseveró, que dirigentes de esta asociación destruyeron y quemaron la precaria vivienda que le fue dada por el exalcalde Bertoloto y actualmente se encuentran albergados en la casa de un familiar.