Eduardo Julio Nolasco Maquera (38) fue denunciado por su hija mayor de 19 años de edad, por el delito contra la libertad sexual, maltratos físicos y psicológicos. El indeseable habría ultrajado además a su menor hija de 15 años de edad. Fue capturado en primeras horas de este sábado.
Aparentemente, el monstruo vivía en casa. Eduardo Julio Nolasco Maquera (38), tiene dos hijas con distintas madres. Se presume, que la noche del jueves en su mismo domicilio pocollaíno, Eduardo Nolasco habría golpeado y violado a sus dos hijas: una quinceañera y otra de 19 años de edad, la que, asqueada del crudo delito, fue a denunciarlo en la comisaría P.N.P. de Pocollay, la madrugada del viernes.
Las dos hermanas (de 15 y 19 años de edad) recibieron la atención de la fiscal de turno. Fueron revisadas por el médico legista. Entonces, la fiscal de turno pidió la detención del mal padre por un presunto caso de violación. Luego, los efectivos policiales de la Comisaría de Pocollay pasaron la noche vigilando la casa del presunto violador, logrando capturarlo en las primeras horas de este sábado. La operación tomó menos de 24 horas.
Cerca a su casa, en la asociación Villa Fundadores (Pocollay) ,Eduardo Julio Nolasco Maquera (38) fue detenido por los policías y llevado hasta el Poder Judicial, para que se investigue más a fondo el caso y se determine el grado de culpabilidad que tenga en este frío caso familiar.
Trascendió por fuentes extraoficiales que las dos hermanas habrían sido supuestamente violadas por su desnaturalizado padre cuando cada una cumplió los diez años de edad. Pero al parecer, ellas callaban. La noche del jueves fue una bomba que estalló con una posible agresión física y psicológica de Eduardo Nolasco contra sus dos indefensas hijas. Esa noche, la mayor de las dos hermanas, que tiene 19 años de edad, se cansó de soportar la escalofriante situación y terminó denunciando a su progenitor.
Algunos vecinos dijeron que la noche del jueves, escucharon gritos y que al parecer Eduardo Nolasco estuvo ebrio en su casa. Cabe la posibilidad de que este ultraje se arrastre desde hace muchos años. La ausencia del diálogo y la prevención desencadenó que este caso abominable llegue a este punto sin retorno.
Las investigaciones continúan, de acuerdo a ley.