Gonzalo Moya Cuadra
«No conozco nada en el mundo que tenga tanto poder como una palabra. A veces escribo una y la miro hasta que comienza a brillar» (Emily Dickinson)
Poesía es escribir palabras sin palabras. Es sentir la fría mirada de la muerte. Es ver la luz de la noche resplandeciendo en la imaginación. Oh, Poesía, madre de todas las madres, no incendies el cerebro del pobre poeta, asediado por musas existentes, difusas, haz que suba suavemente a cielos inexistentes, oh, poesía, dónde están, dónde están las palabras inencontrables doloridas, fugadas, oh, poesía, no encuentro mi muerte que me mira incansable, acosadora. ¿Dónde están mis pobres huesos sombreados por soledades vacilantes?, ¿Dónde están mis cenizas carcomidas por el tiempo confuso, sin clima , que no descansan en paz? ¿Por qué todos los muertos no se cansan de dormir? ¿Por qué nos asustamos de los muertos? ¿Por qué tememos a los poetas si son fantasmas? ¿O acaso no sabemos que fantasmas hay en todos lados, a toda hora, de día o de noche? ¿Por qué todos los poetas lloran sin cesar? El poeta está en un lugar donde los pájaros prehistóricos no vuelan, sólo vuelan los poetas con alas transparentes, el poeta escribe desde el silencio que emana desde el silencio de los muertos, desde el olvido, el poeta escribe cuando no sabe por dónde empezar un verso terrenal, terminal, el poeta es poeta cuando come cochayuyo con placer sexual. Poesía es conocer la muerte de un poeta en un tiempo perdido, virgen, noctámbulo, en un lugar que encierra todo el amor terrestre, indescifrable, es encontrar el amor en palabras sin palabras, en una palabra que perdió la luz cardinal, delgada, hechizada, poesía es cuando el poeta ama, no sólo con amor, sino con algo más que amor, ama la libertad, ama su vida sin destino ni azar, poesía es cuando el poeta sostiene el amor en lágrimas. castigadas, «Pero para la lágrimas de amor los luceros son lindos pañuelitos lilas, naranjos, verdes, que empapa el corazón» (Vallejo), poesía es cuando el poeta yace en una tumba sin nombre, estoico, sin epitafio sin horario, sin vientos, sin golondrinas, es cuando el poeta no olvida el silencio de las petunias, es cuando el poeta no olvida que la duda es su palabra favorita, «La duda es uno de los nombres de la inteligencia» (Borges). El poeta es poeta cuando su vida no tiene significado, es cuando busca sin razón alguna la inexistencia, es cuando encuentra finalmente en París el amor de su vida, es cuando comprende que nada muere.. ni siquiera el olvido, es cuando los besos y el deseo vuelan desde su alma isleña hacia olvidados sepulcros baldíos, es cuando desconfía del sentir humano, es cuando se desencanta de la tierra ficticia, «La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual» (Miguel de Unamuno), es cuando la misantropía es parte de su vida, es cuando su poesía es la esencia de un mundo humano, es cuando su poesía no renuncia a soñar, es cuando practica su vida oculta en un silencio implacable, es cuando desafía a una sociedad presurosa e infértil, escasa para pensar, es cuando el poeta elige escuchar su demencia peregrina, es cuando el poeta no transa su talento por dádivas mezquinas, es cuando escribe palabras, sin palabras, palabras enfermas, puras, inesperadas, es cuando el poeta hace el amor con el alma, pálida, ardiente, es cuando el poeta, finalmente, encara a la muerte…enmudecido, profético… .contradictorio, tedioso, cansado…