El sueño de la Copa Sudamericana se topó con un duro escollo en el Hernando Siles. Cienciano no pudo ante un efectivo Bolívar y cayó por 2-0 en el partido de ida de los octavos de final. Pese a la derrota en los 3.598 metros de altitud, el «Papá» dejó destellos de buen fútbol y tendrá la oportunidad de revertir la serie en su fortín cusqueño la próxima semana.
El equipo dirigido por Carlos Desio salió al campo con la clara intención de hacerle frente al Bolívar y, por momentos, lo consiguió. Desde el inicio, Cienciano buscó ser protagonista. A los 6 minutos, Alejandro Hohberg tuvo una chance inmejorable para abrir el marcador, pero su definición no fue la mejor. Poco después, Claudio Torrejón probó suerte con un potente remate desde fuera del área, que fue bien contenido por el portero Carlos Lampe.
Sin embargo, el local aprovechó la oportunidad que se le presentó. A los 20 minutos, una desconcentración en la defensa peruana fue capitalizada por el goleador Martín Cauteruccio, quien con tranquilidad puso el 1-0 en el marcador, silenciando por un momento las esperanzas cuzqueñas. Cienciano, lejos de desmoronarse, intentó reaccionar, aunque el primer tiempo terminó con el marcador en contra y la sensación de que el equipo había perdonado.
En la segunda mitad, el «Papá» salió con el mismo ímpetu, pero la falta de precisión en los metros finales se convirtió en su principal enemigo. Hohberg, nuevamente, tuvo una chance clara a los 53 minutos, pero se resbaló en un momento crucial. Para colmo, Bolívar no perdonó. A los 58 minutos, un cabezazo letal de Damián Batallini tras un nuevo error defensivo, decretó el 2-0 definitivo que le da una cómoda ventaja a los bolivianos.
El final del partido encontró a Cienciano buscando el descuento con más corazón que fútbol. Un tiro libre peligroso a los 86 minutos y una jugada preparada que no llegó a buen puerto, fueron las últimas arremetidas de un equipo que, a pesar del resultado, no bajó los brazos.
Con el 2-0 en contra, la llave de la Copa Sudamericana no está cerrada. El próximo desafío será en casa, en Cusco. La hazaña no será fácil, pero el aliento de su gente será su principal motivación.