Con profundo dolor, decenas de personas se dieron cita la tarde de este martes en el Camposanto Parque del Recuerdo, donde se dio el último adiós a María del Rosario Romero Flores, joven cruelmente asesinada con 18 puñaladas, golpes en el cuerpo y cuyo departamento fue incendiado para ocultar el crimen. El principal sospechoso del caso es Rafael Espezua Mamani, según confirmó la Policía Nacional que continúa con las investigaciones.
Previo a su entierro, el cuerpo de María fue velado en la junta vecinal Los Cipreses y a las 2:15 p. m. recibió la despedida de sus vecinos. Posteriormente, una caravana acompañó el féretro hacia los edificios de Enace, en el distrito Gregorio Albarracín, donde se realizó una emotiva despedida simbólica. La consternación marcó cada paso del recorrido.
En diálogo con la familia y amistades, la tristeza fue evidente. Una de sus amigas expresó: “No puedo creer lo que pasó, no se merecía esa muerte tan violenta, deja un niño desamparado y no sabemos quién va a cuidarlo”. Asimismo, exigieron justicia y pidieron la intervención del Gobierno y del Ministerio de la Mujer, señalando que este crimen no debe quedar impune.
El Ministerio Público solicitó la ampliación de la detención por 7 días más para el investigado, mientras se recopilan nuevas pruebas. Se conoció que en el vehículo de Espezua se hallaron manchas de sangre, aunque este se niega a declarar. Allegados refieren que la víctima y el sospechoso no tenían vínculo alguno y que la relación entre ambos resulta extraña, por lo que no descartan que existan más implicados.
En tanto, colectivos de Tacna convocaron para esta tarde un plantón y vigilia en el Paseo Cívico de Tacna y frente al Poder Judicial, donde se realizará la audiencia del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria Transitoria. La fiscal Iris León Bravo pidió la ampliación de la detención preventiva ante la aparición de nuevas evidencias, mientras la ciudadanía exige que el caso sea esclarecido con total transparencia.
