La Copa Sudamericana vivió esta noche en Avellaneda, uno de los episodios más vergonzosos de los últimos tiempos. El duelo de vuelta entre Independiente de Argentina y Universidad de Chile, que debía definir al próximo rival de Alianza Lima en los cuartos de final, terminó cancelado por Conmebol tras graves incidentes de violencia en las tribunas del estadio Libertadores de América.
El partido había comenzado con tintes de alta tensión. Lucas Assadi adelantó a la U y Santiago Montiel igualó para Independiente, dejando el marcador 1-1 y la serie 2-1 a favor de los chilenos. Pero lo futbolístico quedó opacado cuando, desde la tribuna visitante, hinchas de la U lanzaron proyectiles y destrozaron butacas. La respuesta no tardó en llegar, cuando, sin contingencia policial, barristas del club local invadieron la tribuna rival y se produjeron violentos enfrentamientos cuerpo a cuerpo, que incluyeron apuñalamientos, heridos de gravedad y hasta una persona que cayó desde la segunda bandeja de la tribuna.
La policía reportó 90 detenidos y varios heridos trasladados al hospital Fiorito, aunque las autoridades confirmaron que no hubo fallecidos. La situación obligó al árbitro y a la organización a suspender el encuentro, y poco después Conmebol oficializó la cancelación definitiva del partido, sin reprogramación inmediata.
PRÓXIMO RIVAL DE ALIANZA LIMA
El desenlace mantiene en suspenso a los hinchas de Alianza Lima, que esperan conocer a su adversario en cuartos. En cancha, Universidad de Chile estaba logrando la clasificación, pero el informe arbitral y policial dejó a los azules en una posición comprometida. No se descarta que Conmebol otorgue la victoria a Independiente por el comportamiento de los hinchas de la U de Chile, o que se descalifique también a Independiente por no prever el resguardo policial, o que incluso se evalúe la repetición del compromiso en terreno neutral.