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«Cada vez está mas claro que han hecho una ley electoral que va a llevar a problemas»

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El periodista y analista político Julio Schiappa lanzó una seria advertencia sobre la actual coyuntura electoral en el Perú, señalando que la nueva ley electoral aprobada por el Congreso saliente podría significar un cambio estructural en el régimen constitucional del país.

Schiappa sostiene que la reciente legislación electoral, impulsada por los congresistas salientes, “generará muchísimos problemas” y que su aspecto más preocupante es la creación de un Senado con poderes inusitadamente amplios. “Esta ley cambia prácticamente el régimen constitucional del Perú”, afirmó, subrayando que el país podría pasar “de una República presidencialista a una parlamentaria de manera definitiva”.

El analista considera que la complejidad del nuevo sistema podría confundir al electorado y dificultar las campañas, en un contexto político marcado por la desconfianza ciudadana y la desafección hacia los partidos tradicionales.

Uno de los puntos más polémicos señalados por Schiappa es que el estratega estadounidense Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, habría realizado una visita reservada al Perú. Schiappa sostiene que Bannon, “un hombre muy poderoso que dirige la derecha católica vinculada a Trump”, habría sostenido un encuentro con figuras políticas nacionales, entre ellas el presidente Jerí, en lo que interpreta como parte de una “sistemática intención de producir cambios” en la política peruana.

De acuerdo con el analista, la motivación detrás de esta injerencia radicaría en la debilidad electoral de figuras de derecha como Keiko Fujimori y Rafael López Aliaga, quienes atraviesan bajos niveles de respaldo. “Estas acciones traen financiamiento, capitales y buscan influenciar el sentido del proceso electoral”, advirtió Schiappa, quien también señaló el riesgo de una “entrega masiva de riquezas naturales”.

Como ejemplo, recordó que bajo el gobierno de Dina Boluarte, la empresa Chevron obtuvo derechos de exploración petrolera en el norte del país “sin que se conocieran los términos del contrato”. Para el analista, estos hechos evidencian que “la soberanía del Perú está claramente en juego”.

Schiappa describió el actual proceso electoral como una contienda “cargada de vetos”, influenciada por lo que denominó “el sello genético de Dina Boluarte”. Destacó la campaña popular “Por estos no”, dirigida contra los partidos con representación parlamentaria —entre ellos Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Podemos, Perú Libre, Renovación Popular, Avanza País, Somos Perú y Acción Popular—.

No obstante, advirtió que este movimiento estaría siendo usado “de manera extremista” para excluir también a nuevos partidos democráticos “que no tienen nada que ver ahí”. Respecto a la persecución judicial, Schiappa mencionó el caso de Patricia Chirinos, a quien atribuyó la conducción de sanciones contra diversos políticos, y defendió el asilo solicitado por Betssy Chávez, argumentando que es una “forma legítima de proteger la vida” ante procesos judiciales de carácter político.

El analista también se refirió al agravamiento de la inseguridad ciudadana, criticando que el Congreso anterior haya promulgado “unas 50 leyes para proteger al crimen”. Aseguró que los casos de sicariato se habrían incrementado de alrededor de 200 en 2001 a más de 5,000 en la actualidad.

Schiappa reconoció algunos avances del actual gobierno, como la planificación de una nueva cárcel en Ica y el retorno del coronel Reboredo a la Policía Nacional, pero insistió en que la institución policial enfrenta una corrupción estructural. Propuso, como solución, un proceso de depuración similar al aplicado en Colombia por el general Óscar Naranjo, “expulsando a la mitad de los efectivos y pagándoles su jubilación”, así como el cierre de las 22 escuelas policiales creadas en gestiones anteriores, calificadas como “focos de infiltración delincuencial”.

En el terreno electoral, Schiappa considera que la derecha peruana atraviesa un momento de debilidad estructural. Afirma que Keiko Fujimori está “muy magullada” y que López Aliaga apenas alcanza entre 2% y 5% de respaldo en provincias. En ese contexto, el analista menciona al periodista Carlos Espá como una eventual carta de reemplazo en el espectro conservador.

En la izquierda, destaca la figura de Alfonso López Chao, aunque sostiene que el verdadero factor decisivo podría ser el voto de los descontentos, que favorecería a Martín Vizcarra, a quien ve con posibilidades de imponerse en una segunda vuelta.

“El pueblo no vota por ideas ni programas, sino por confianza”, resumió Schiappa, quien considera que la población pasará factura a quienes respaldaron el gobierno de Boluarte.

El analista concluyó que el reto del país está en “pasar a una nueva etapa de democracia real” y evitar que la política peruana siga subordinada a lo que denomina la ‘tecnoligarquía global’ que domina la opinión pública y las redes sociales.