En el marco de la conmemoración de la firma de la ejecucion del Tratado de 1929, el profesor y abogado César Málaga Aldana, recordó que esta fecha, lejos de significar una celebración, representa para Tacna un hito “fatal” que condenó a la región a la mediterraneidad y limitó profundamente su desarrollo. Málaga explicó que, si bien el acuerdo internacional permitió el retorno de Tacna al Perú y dejó Arica en manos de Chile, también estableció una serie de derechos y obras que Chile debía entregar al país para compensar la pérdida del litoral tacneño.
Entre esas obras, señaló, estaban un malecón de atraque equivalente a un puerto completo y autónomo bajo el régimen de puerto libre, la estación terminal del ferrocarril Tacna–Arica y una agencia aduanera, todo ello respaldado por regímenes especiales como el libre tránsito, la autonomía y servidumbres de paso. El objetivo era que Tacna contara con un muelle competitivo, capaz de promover el comercio internacional en beneficio de la región sur. Sin embargo, Málaga recordó que pasaron siete décadas sin que estas condiciones se materializaran de manera efectiva, hasta que en 1999 el gobierno de Alberto Fujimori suscribió el Acta de Ejecución del tratado.
El abogado sostuvo que aquella acta terminó entregando al Perú una infraestructura limitada y condicionada, pues si el país deseaba mejorar o ampliar el muelle debía pedir autorización a Chile. En 2008 Perú intentó presentar un proyecto de modernización, pero Chile lo rechazó. Como consecuencia, explicó, el malecón de atraque carece de profundidad y dimensiones adecuadas para recibir barcos de comercio internacional, y hoy permanece en desuso, reducido prácticamente a un espacio vacío sin importancia operativa. Esto contrasta con el proyecto del Puerto Grau, costoso y difícil de materializar debido a las condiciones geográficas y la falta de dominio marítimo pleno frente a las costas de Tacna.
Finalmente, el abogado pidió no olvidar la manera en que el gobierno de Fujimori manejó este proceso, ignorando las protestas masivas del pueblo tacneño. Recordó la histórica movilización del 11 de noviembre de 1999, cuando unas veinte mil personas se congregaron en el Paseo Cívico en rechazo a la firma del acta. “A la luz del Tratado de 1929, el Perú debe comenzar en el puerto libre de Arica”, afirmó, exhortando a la población a mantener viva la memoria histórica y a defender desde cada espacio los derechos que corresponden a Tacna, la región que mostró la más grande lealtad a la patria durante casi cincuenta años de ocupación chilena.











