Ante el visible incremento de la migración irregular en la línea fronteriza entre Santa Rosa (Perú) y Chacalluta (Chile), el Defensor del Pueblo, Edgar Vargas Valderrama, se apersonó a la zona para supervisar la situación y emitir un llamado urgente a las autoridades peruanas.
Valderrama enfatizó que la preocupación principal de la Defensoría del Pueblo es la afectación que este incremento de migrantes podría generar en la región de Tacna, incluso si estos solo están de paso. Por ello, ha solicitado formalmente que se active la mesa de trabajo intersectorial de la gestión migratoria en Tacna. En esta mesa participan varias autoridades regionales, y su activación es clave para tratar la problemática antes de que se complique en días posteriores. Aunque la crisis se arrastra por años, en los últimos seis meses había una fluctuación de 50 a 100 migrantes; sin embargo, ahora el flujo está «pasando los 100», lo que es «para preocuparse».
El Defensor del Pueblo aclaró que si bien la situación es un tema de Cancillería entre ambos países y la migración actual es mayormente irregular —no cumple con el convenio formal entre Perú y Chile que exige pasaporte y visa establecida—, su enfoque es de derechos humanos.
«Nos ocupa mucho la protección justamente de ellos,» sentenció Valderrama, refiriéndose a las personas en estado de vulnerabilidad. Identificó que, si bien la mayoría de las personas están del lado chileno y la policía peruana cumple un rol de protección, entre los migrantes se encuentran mujeres, niños, adultos mayores y personas con enfermedades muy, muy graves.
Valderrama recordó la experiencia de hace dos años, cuando Migraciones atendió a algunas personas en «extrema vulnerabilidad» en la línea de frontera. Ha conversado con el gobernador regional Luis Torres para que esta atención a casos de «extrema extrema vulnerabilidad» pueda activarse nuevamente.
El Defensor indicó que el Perú ha suscrito una serie de convenios internacionales de protección de derechos humanos para migrantes. Por lo tanto, espera que Cancillería y Migraciones normen estos casos de «exclusiva vulnerabilidad», que es lo que más preocupa a la Defensoría.
Respecto a la solución de fondo, el Defensor subrayó que «aquí es un tema de cancillería» y depende de una relación de estado a estado. Instó a que ambas cancillerías (Perú y Chile) coordinen para mantener libre la vía.
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